Inflación: ¿encontramos la punta del ovillo?

¿Pasó lo peor de la inflación? Es temprano para preguntárselo. Pero hay algunos indicios que hacen inevitable esta pregunta, tal vez la más importante hoy en Argentina tanto por razones políticas como económicas.

¿Cuáles son esos indicios? Son apenas unas huellas, una sospecha. Por ejemplo, hoy nuestro compañero Emanuel Manitta detectó en algunas estaciones de servicio, en marcas competidoras de YPF, algunas bajas en los precios de la nafta común. Son bajas muy modestas: 10 pesos, 15 pesos. Sí, pero contrastan con precios que no paraban de subir. Algunos le restan importancia. Dicen por ejemplo: “Bueno, que baje la súper en una Axion que está a dos cuadras de una YPF no significa nada”. Sí significa. Cuando la diferencia de precio era mayor las dos estaciones ya estaban a dos cuadras de diferencia.

Otro caso más conocido: algunos cortes de carnes tuvieron bajas de hasta 25% después de las fiestas. Otro indicio apenas perceptible: desde que el DNU entró en vigencia y barrió con la ley de alquileres, dicen los inmobiliarios, hay más viviendas y departamentos en oferta, algunas bajas de precios o, en todo caso, un freno en el alza de los alquileres.

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Clarín publica hoy su “canasta veraniega”, una decena de consumos típicos de alguien que pasa sus vacaciones en Mar del Plata, y detectó que se frenaron los aumentos en el recambio turístico de la segunda quincena.

Una impresión personal para la que no hay estadísticas: noto más productos en rebaja, en oferta o promoción en los supermercados.

¿Qué dicen los economistas que miden precios? Alberto Cavallo, hijo del exministro, profesor en Harvard y fundador hace ya muchos años de PriceStats, pionera mundial en medir la inflación captando los precios online de los supermercados en muchos países, detectó que los precios pegaron un salto tremendo en Argentina entre el 10 y el 15 de diciembre. Y que en las últimas dos semanas de diciembre siguieron subiendo pero a un ritmo menor.

Y otro cordobés, Luis Cordi Molina, que fundó IPChoy y mide una canasta de 84 productos online que incluye de todo (neumáticos, electrodomésticos, etc.) detectó que, ayer, los precios de esos productos habían bajado 1,98% respecto del 31 de diciembre. O sea, detectó deflación para esa canasta en particular en los primeros 15 días de diciembre. Para comparar, en todo enero pero del año pasado IPChoy había registrado una inflación de casi 11%.

¿Es la punta del ovillo? ¿La inflación empieza a bajar? Muy temprano para decirlo. Si fuera por la mishiadura de nuestros bolsillos, los precios deberían bajar mucho más, porque sencillamente no tenemos dinero para convalidar precios altos y por eso cayó tanto el consumo. También depende de lo que pase en el Congreso con la ley ómnibus, en la Justicia con el DNU de Milei, de si el gobierno logra seguir sentado sobre la caja para no emitir y de si el Banco Central puede seguir licuando pesos sin que los pesos corran al dólar, entre muchas otras cosas.

Pero hay algunos indicios. Están ahí. Ojalá no se los lleve el viento.

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