Peleas de tránsito: ¿Por qué cada vez buscamos más problemas en la calle?

Casi a diario nos enteramos en Argentina de peleas callejeras, especialmente entre automovilistas, que en algunos casos terminan con uno matando a otro. 

Hoy, es tendencia en la red X, un gravísimo episodio ocurrido en Córdoba a principios de septiembre, en la Costanera Norte, cerca del Puente Santa Fe. El incidente involucra a un Volkswagen Up, en el que viajaba una familia con un bebé de 18 meses en el asiento trasero, y una camioneta Amarok, cuyo conductor, identificado como Juan Cruz Peracca, de 29 años, protagoniza un acto de violencia extrema.

Las imágenes muestran cómo el conductor del Up le cruza el auto a la Amarok. En esas circunstancias, el conductor de la camioneta hace marcha atrás y luego marcha adelante, chocando al vehículo menor en al menos dos ocasiones. La segunda colisión es de gran impacto. A pesar de los gritos desesperados de la madre alertando sobre la presencia del bebé, el conductor de la Amarok sigue embistiendo el vehículo, causando graves daños y una fractura en el parietal derecho del pequeño.

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El abogado de la familia denuncia la actitud del agresor y afirma que Peracca debería enfrentar cargos por tentativa de homicidio, considerando que la camioneta fue utilizada como un arma. La fiscal Claudia Palacios ha imputado al conductor por lesiones dolosas con el agravante de alevosía. Además, Peracca está detenido por violar una orden de restricción previa.

La defensa de la familia ha solicitado una recalificación del delito, que será evaluada durante la investigación. La fiscal ha pedido a la municipalidad que le retire de manera provisoria el carnet de conducir al conductor de la Amarok. En redes sociales, la gente critica tanto al conductor de la camioneta como al del Up, que al llevar a un bebé en la sillita trasera, decide cruzarle el auto.

Siempre decimos que la violencia callejera es un problema que crece. La calle está sensible y ante el menor gesto, la gente reacciona. La recomendación es evitar problemas, no hacer señas de luces, no tocar bocina y no reaccionar. Sin embargo, surge una pregunta: ¿qué nos está pasando? Cada vez estamos más sensibles y reaccionamos más, buscando problemas donde no los hay o no los debería haber.

Es preocupante pensar que la vida puede cambiar en un instante por una reacción impulsiva. La importancia de tomar conciencia sobre nuestras acciones es fundamental para generar una comunidad más amable y menos violenta. Reflexionemos sobre cómo podemos contribuir a un entorno más seguro para todos.

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