Hay "vivos" que usan el paro de colectivos para no ir a trabajar, ¿hasta cuándo?

Hoy, en medio de un paro de colectivos de 24 horas convocado por la UTA, surgen interrogantes que van más allá del conflicto salarial. Las negociaciones fracasaron y el reclamo de un básico mínimo de un $1.700.000 quedó sin respuesta. Las cámaras empresariales ofrecieron un aumento del 6%, que fue rechazado. Esto deja a miles de trabajadores sin transporte en varias ciudades del país.

El paro afecta a Córdoba, Buenos Aires y otras provincias, con la notable excepción de Mendoza. Esto lleva a cuestionar por qué esta última puede operar de manera diferente. Sin embargo, el foco debe estar en quienes, además de los choferes, se ven impactados por esta situación.

En Argentina, la cultura del aprovechamiento es común. Hay quienes, a pesar de tener medios de transporte propios, deciden no ir a trabajar cuando hay un paro de colectivos. Esto plantea la pregunta: ¿realmente todos los que faltan son afectados por la falta de transporte?

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Muchos trabajadores que normalmente utilizan su auto o moto para trasladarse a sus empleos, hoy optan por no ir. 

Por otro lado, hay empleados que dependen del transporte público y no tienen la opción de un vehículo propio. Sin embargo, algunos de ellos se benefician del paro, eludiendo su responsabilidad laboral. Esto se vuelve más evidente cuando se compara con aquellos que trabajan en condiciones precarias, como los trabajadores de aplicaciones, que se esfuerzan para obtener ingresos mínimos sin beneficios laborales.

La situación invita a reflexionar sobre la ética del trabajo y la responsabilidad de cada uno. Mientras algunos luchan por mejoras salariales, otros parecen aprovechar la coyuntura para evitar sus obligaciones. La pregunta queda en el aire: ¿quiénes son realmente los que se ven afectados y quiénes son los que se benefician del paro de colectivos?

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