El peor demonio del frío: el monóxido de carbono, un enemigo fantasma

El monóxido de carbono es un gas muy tóxico para las personas y los animales que ingresa al organismo a través de los pulmones y desde allí pasa a la sangre, ocupando el lugar del oxígeno. 

De esta manera, el gas reduce la capacidad para transportar oxígeno de la sangre y hace que las células no puedan utilizar el oxígeno que les llega. La falta de oxígeno afecta principalmente al cerebro y al corazón.

El doctor y toxicólogo, Daniel Gómez, habló con Cadena 3 y resaltó la peligrosidad de este gas. El monóxido de carbono se genera por la mala combustión de productos como carbón, leña y gas. 

"No producen monóxido de carbono las estufas eléctricas, pero no todo el mundo tiene ese tipo de artefactos", aclaró Gómez. El especialista explicó que las bajas temperaturas llevan a las personas a cerrar herméticamente sus casas, lo que incrementa el riesgo de intoxicación.

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Gómez explicó que el monóxido de carbono es más liviano que el aire, lo que dificulta su detección. "Hay que tener corrientes de aire alternativas, porque no es suficiente con una ventilación en un solo lugar", advirtió. 

Además, mencionó que el calefón es uno de los mayores generadores de este gas, señalando que "el tiraje del calefón ha sido tapado en la parte superior" en muchos casos de intoxicación.

Los síntomas de la intoxicación varían según la concentración del gas en el ambiente. A bajas concentraciones, se presentan cefaleas y desvanecimientos, mientras que a altas concentraciones, los efectos pueden ser mortales. "El monóxido de carbono produce parálisis; no podés moverte", explicó el toxicólogo.

El monóxido de carbono se produce por la combustión incompleta de cualquier material que contenga carbono: gas, petróleo, carbón, kerosén, nafta, madera, plásticos, etc.; en un ambiente con una concentración de oxígeno escasa o insuficiente.

Cualquier artefacto que utilice material combustible (gas, petróleo, carbón, kerosén, nafta, madera, plásticos) puede producir monóxido de carbono cuando se quema en forma incompleta.

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Se debe sospechar una intoxicación con monóxido de carbono cuando una o varias personas al mismo tiempo, que estuvieron en un ambiente cerrado, presentan:

• Dolor de cabeza

• Mareos

• Somnolencia

• Debilidad

• Cansancio

• Náuseas/vómitos

• Pérdida del conocimiento y/o convulsiones

• Palpitaciones

• Dolor de pecho

• Paro cardiorrespiratorio

Ante la cantidad de intoxicaciones y muertes por monóxido de carbono en los últimos días, se sugieren medidas como la instalación de detectores de monóxido de carbono. Gómez recomendó ubicarlos en lugares sin corrientes de aire. 

También advirtió sobre el uso de braceros, remarcando que "no se puede dejar nada prendido a la noche" debido al riesgo de intoxicación y incendios.

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Entrevista de Miguel Clariá.