Maxi Espinillo: "Confiamos en traer la medalla de oro"

Cordobés de nacimiento y santafesino por adopción, así podría definirse a Maximiliano Espinillo, el jugador de Los Murciélagos que la rompió hace un par de semanas con la selección argentina de fútbol adaptado en el Grand Prix de Japón. 

El goleador del certamen habló de su gran momento por los micrófonos de La Central Deportiva (Cadena 3 Santa Fe FM 101.7) y palpitó los desafíos que se avecinan con la albiceleste.

“Esto fue sólo un precalentamiento para los Juegos Paralímpicos”, dijo entre risas el futbolista que hizo seis tantos en el torneo, entre ellos los de la victoria 2 a 0 en la final frente a Japón. Fue el tercer Grand Prix consecutivo para Argentina. Las anteriores fueron ante Inglaterra en 2018 y 2019.

En los Paralímpicos, que también se desarrollarán en Japón a partir del 29 de agosto, Los Murciélagos compartirán el grupo B con Marruecos, España y Tailandia. A estos últimos dos rivales los enfrentó en el Grand Prix (empate 0 a 0 con los españoles y triunfo 4 a 3 sobre los tailandeses). “Nos conocemos bien todos los equipos. Va a ser un grupo duro pero confiamos en terminar primeros y clasificar para la final por la medalla dorada. Ha sido una ventaja haber ido al Grand Prix para saber cuál el nivel de ellos”, afirmó.

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Respecto de los protocolos que experimentó en estos días en Japón, Espinillo contó que siempre se sintieron cuidados. “Ni bien llegamos al aeropuerto nos hisoparon. En el hotel, todos los días antes de competir, nos hicieron test rápidos y nos midieron la fiebre. Es un poco fastidioso pero es la única forma de cuidarnos y de que la sociedad de Japón acepte que los juegos se realicen ahí”, detalló.

Por último, Maxi relató cómo fue su llegada al fútbol donde hoy, además de vestir la camiseta de Argentina, juega para la selección santafesina llamada Los Búhos. “Quedé ciego a los 4 años por un desprendimiento de retina provocada por un virus. Me operaron y salió bien, pero la tensión del nervio óptico no resistió porque había mucha presión ocular. Como todo futbolista ciego, primero probé en otros deportes como atletismo y natación. Cuando me di cuenta que no tenía futuro, a los 10 años empecé a seguir a mi hermano que jugaba al fútbol y también es ciego”, describió.