Un "cordobés" por adopción que se enamoró de Japón

Ángel Bravo nació en España -donde vive actualmente-, pero desde muy chico se trasladó a nuestro país. Su adolescencia la vivió en barrio San Vicente de Córdoba, completando más de 26 años en Argentina. También le tocó vivir en Japón, un lugar que lo impactó desde el primer momento. 

Extraño Tokio. Lo extraño porque he vivido 38 años en Japón, aunque he nacido en España y pese a estar casi 26 años en Argentina, me siento un extranjero

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Creo que los niños viven las cosas de manera más libre que los mayores. Para mí adaptarme a Comodoro Rivadavia era algo novedoso, agradable. No así para mi padre que el clima lo afectó muchísimo

Llegamos a Córdoba en el año 1957 y también fue otra novedad. Ingresé al Monserrat al año siguiente, que obviamente no es el mismo colegio que es ahora. Pero fue el lugar que me formó, me dio mis primeras estructuras

Cuando estaba trabajando en mi tesis doctoral necesitaba el idioma alemán, que siempre ha estado como una sombra al lado mío. Entonces necesité una chica, que hablaba muy poco español, pasaron 4 años y esta chica se convirtió en mi esposa

Mira Adrián, podemos decir que con mi esposa llevamos 40 años juntos o 40 años de guerra amigable

En España conozco a un profesor japonés que estaba investigando leyendas de Guatemala, le dije que conocía. A los dos años me ofreció si quería ir como lector de español a Japón. Me pareció fantástico la aventura de Japón. Fui a la Universidad de Tokio, fui profesor

En principio, todo extranjero que va a Japón, es raro que sepa japonés. Con lo cual, faltando la lengua estas como metido en una campana de Cristal. Ves lo que te rodea pero no puedes comunicarte

Durante los dos primeros años, estaba muy desesperado. Volvía de la universidad, armaba las valijas y decía: mañana me voy

Luego me casé con Bárbara. Ahí ya tenía una compañía, eso me ayudó a tomar clases intensivas de japonés y poder hablarlo

Entrevista de Adrián Cragnolini.