Mestre culpó a “populismos de derecha e izquierda” por la decadencia del país

¿Cómo se gestó su candidatura como cabeza de lista de la UCR en Córdoba y por qué el radicalismo decidió presentarse en soledad en estas elecciones?

Con orgullo y alegría, soy el candidato de la Unión Cívica Radical. El oficialismo partidario equivocó el camino al no permitir una competencia interna que involucrara a la ciudadanía radical e independientes. Nosotros, desde un inicio, sostuvimos que no había coincidencias ideológicas ni propuestas comunes con La Libertad Avanza, lo que nos llevó a presentarnos solos. El radicalismo se ha desdibujado en los últimos tiempos, incluso llegando a no presentar candidato a gobernador por primera vez en 135 años. En esta elección, con boleta única en el casillero 14, buscamos recuperar nuestra identidad y fuerza en Córdoba, como lo hicimos en 2009, cuando logramos una banca, y en 2011, cuando fui candidato a intendente.

¿Cómo ves la fragmentación del radicalismo a nivel nacional, con alianzas como Provincias Unidas o gobernadores radicales apoyando distintas listas?

El radicalismo enfrenta dificultades similares a las del peronismo. A nivel nacional, hay gobernadores radicales con acuerdos diversos, como en Santa Fe con Provincias Unidas o en Mendoza con el oficialismo de Javier Milei. Esto refleja lógicas provinciales distintas, pero en Córdoba competimos por nueve bancas con una propuesta clara. No nos alineamos con quienes no comparten nuestros valores, como la defensa de la salud y la educación pública. Nuestra historia y coherencia nos distinguen.

¿Te sentís más cerca o más lejos de Juan Schiaretti o de Javier Milei?

De ninguno de los dos. Tanto Schiaretti como Natalia de la Sota critican en Buenos Aires, pero omiten los problemas de Córdoba, donde gobiernan hace 25 años. Han votado superpoderes para Cristina Kirchner, Alberto Fernández y la Ley Bases de Milei, mientras en la provincia no defienden a los jubilados ni mejoran sueldos o infraestructura. El radicalismo, en cambio, propone austeridad y coherencia, como lo demostró mi padre, Ramón Bautista Mestre, quien equilibró la caja de jubilaciones y gobernó con cinco ministros, no con 25 como hoy.

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¿Qué rol jugará el radicalismo en un Congreso fragmentado, donde hay un bloque kirchnerista que se opone a todo y un oficialismo que no será mayoritario?

Estaremos en el bloque de las reformas. La Argentina necesita cambios estructurales en lo laboral, previsional e impositivo, pero con previsibilidad y reglas claras. No podemos seguir con esta informalidad. Apoyamos el equilibrio fiscal, como lo logramos en Córdoba con mi padre, quien construyó viviendas, hospitales y acueductos con austeridad. Sin embargo, no negociaremos prioridades como la educación, la salud o los derechos de los más vulnerables.

¿Creés que aún existe un electorado radical?

Por supuesto, está vivo y coleando. Aunque el radicalismo ha perdido claridad en los últimos tiempos, cuando ofrecemos propuestas sólidas y experiencia, como la mía legislativa y ejecutiva en la ciudad de Córdoba, la gente responde. Estamos reactivando el partido, como vimos en actos con 500 personas en San Francisco o 1.000 en Tulumba. Estoy convencido de que lograremos una banca el 26 de octubre.

¿Qué opinás de la situación económica y social del país, con cierres de empresas y exclusión social?

La situación es crítica. Han cerrado 17.000 empresas, incluyendo la producción de Nissan en Córdoba, y el empleo se ha precarizado. El gobierno de Milei carece de un plan económico claro, con inflación persistente y aumentos constantes de combustibles. El populismo, tanto de derecha como de izquierda, nos ha hecho mucho daño, destruyendo 230.000 empleos formales y fomentando el pluriempleo. Necesitamos un plan federal que fomente la inversión en el campo y la agroindustria, con retenciones cero y un Estado que regule sin asfixiar.

¿Qué libro recomendás a la audiencia?

"El hombre mediocre", de José Ingenieros. Es una lectura extensa y compleja, pero necesaria. Refleja cómo la mediocridad en la dirigencia nos ha llevado a repetir errores. La Argentina necesita liderazgos a la altura de las circunstancias.

¿Dónde estarás la noche del 26 de octubre?

En la Casa Radical, trabajando por un nuevo tiempo para Córdoba y la Argentina. La democracia necesita partidos fuertes y el radicalismo está listo para volver a serlo.

Entrevista de Sergio Suppo.