Hugo Pizzi: “Las vacunas y el agua potable nos sacaron de la Edad Media”

Recientemente fuimos testigos, con asombro, de la organización de un encuentro antivacunas en un espacio institucional del Congreso de la Nación. ¿Por qué volvemos a estas supercherías o mensajes peligrosos, considerando la larga historia de vacunación en Argentina? 

Fue algo bochornoso, con estética infame y contenidos pobrísimos, pero fundamentalmente, el mensaje fue peligrosísimo. Sin embargo, la sociedad reaccionó: los psicólogos nos indicaron que esto les ha salido al revés, y el CONICET ya inició un sumario para las personas que cobran en la institución y estaban allí. Argentina tiene una ley nacional de inmunizaciones que debe cumplirse. Nuestro calendario de vacunación es respetado en el mundo y es el mejor de toda Latinoamérica, con una historia que se remonta a mucho más de un siglo. Como dijeron los camaristas federales durante la pandemia: "Quien quiera vivir en sociedad, debe seguir las normativas de la sociedad".

Este movimiento antivacunas ya está teniendo consecuencias trágicas, como las muertes por tos convulsa. 

Absolutamente. Hubo dos muertos de tos convulsa porque las madres no se quisieron vacunar durante la gestación, y ocho más porque no les pusieron la vacuna a los dos, cuatro y seis meses. De hecho, hoy estamos en alerta epidemiológica de sarampión. Cuatro uruguayos que se contaminaron en Bolivia cruzaron siete provincias argentinas, y el sarampión es la enfermedad más contagiosa que se enseña en medicina. Perdimos la protección: previo a la pandemia teníamos un 90% de cobertura; al terminar la pandemia bajó al 70%, y hoy estamos en el 50%, y en algunas vacunas, en el 42%.

Es fundamental recordar que vacunarse no es sólo un acto individual. 

Absolutamente. Es una responsabilidad social que tenemos respecto de nuestros congéneres, las personas con las que compartimos nuestras vidas. Ese es el famoso efecto rebaño, que implica que si hay uno o dos enfermos, pero todos en el lugar están vacunados, el virus no puede pasar. Si no cambiamos de actitud, vamos a perder el efecto rebaño, lo cual nos va a llevar a una retahíla de disgustos.

Respecto a los promotores de estos mensajes, usted señaló un detalle curioso. Además, le pregunto: ¿Las vacunas tienen contraindicaciones o motivos por los cuales una persona no debería vacunarse, considerando que nos han salvado la vida? 

Si usted los analiza, las personas que estaban haciendo ese espanto en el Congreso están todas vacunadas. Son personas que han sido protegidas, cuidadas y mimadas por sus abuelos y por sus padres. Ellos están indemnes, pero la propuesta que hacen es que otros no se vacunen. Sobre las contraindicaciones, debemos recordar que las vacunas y el agua potable nos sacaron de la Edad Media. Sí hay un protocolo de casos excepcionales: por ejemplo, si hay una vacuna que es con virus vivos, no se la debemos poner a una persona que no tiene defensas. Esos son protocolos que los médicos respetamos perfectamente bien, pero en general las vacunas son maravillosas.

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¿Cuál fue el impacto de la pandemia de COVID-19 en términos de vidas y cómo influyeron las vacunas para detenerla? 

La cantidad de muertos en la recopilación que hicimos fue de 20 millones a nivel mundial. En Argentina, la cifra fue de 131.500. Las vacunas pararon la pandemia absolutamente. Nosotros perdimos una gran oportunidad de desarrollar una vacuna que tenía la argumentación de la húngara Katalin Karikó, quien ganó el Premio Nobel de Medicina. Dimos 5.000 voluntarios en el Hospital Militar Central de Buenos Aires, pero luego fue una enorme estupidez política el haber desaprovechado esa oportunidad. Hoy se está sustanciando un juicio, el de Pfizer. Con respecto a AstraZeneca, se colocaron 3.000 millones de dosis. La demanda del bufete londinense de abogados fue solo por 51 personas. Aunque el laboratorio la sacó del comercio, la incidencia de problemas es bajísima.

Repítame los porcentajes actuales de cobertura en Argentina y el impacto de esta baja en el calendario de vacunación. 

Antes de la pandemia estábamos en un 90%, aunque el ideal sería 95%. Cuando terminó la pandemia, notamos que bajó al 70%. Ahora, con los casos de muerte de tos convulsa, verificamos que la primera dosis está en el 50% y la segunda en el 42%. Esto nos va a traer muchos problemas. Actualmente, la vacuna que se coloca a los dos, cuatro y seis meses es séxtuple, incluyendo tétanos, difteria, tos convulsa, polio, Haemophilus y hepatitis B. Debo decirte que las vacunas no faltan y son gratuitas.

Con la llegada del calor, ¿cómo viene la situación del dengue este año y qué debe hacer la gente para prevenirlo? 

El dengue, transmitido por el mosquito africano, es cíclico. La gente no hace lo que tiene que hacer. Por ejemplo, la Municipalidad de Córdoba sacó 40 toneladas de suciedad de los patios de dos barrios, y casi un 10 o 15% estaba en los techos, que son criaderos no visualizados. Hay que cortar el césped y los yuyos, porque el mosquito macho se alimenta de jugos vegetales. También estamos pidiendo que se use el tul, que es lo más barato que hay en textil, para las cunas de los bebés y las camas. El tul sirve para mosquitos, moscas, piojos, pulgas, chinches, escorpiones y arañas, siendo una barrera infranqueable.

Usted había compartido anteriormente una receta de repelente accesible. ¿Podría recordarla? 

La droga clásica es el DEET (D.E.E.T.). Se compra en droguerías. Si un centro vecinal compra uno o dos litros puro, eso se diluye al 10% en alcohol, es decir, un litro del producto en 10 litros de alcohol. Eso te va a cubrir de cuatro a seis horas. Es muy económico (centavos).

Pensando en las vacaciones, ¿qué vacunas debe considerar alguien que viaja, por ejemplo, a Brasil? 

Hemos incorporado a la medicina del viajero patologías que ni siquiera teníamos en cuenta. La Oficina Sanitaria Panamericana dictó una alerta de sarampión para Canadá, Estados Unidos, Colombia, Brasil, Bolivia y Paraguay. Si viaja a Brasil, que tiene 6 millones de casos de dengue y más de 7.000 muertos, debe considerar la vacuna contra el dengue y la fiebre amarilla. Debe chequear su vacunación del sarampión: si tiene dudas, colóquese la vacuna. La vacuna de la fiebre amarilla es una sola vez en la vida y no debe ponerse en personas de 60 años para arriba.

Se anticipa un verano muy caluroso. ¿Es más peligroso el calor que el frío? 

De una u otra manera, los dos pueden matarte. El frío puede hacer colapsar el sistema cardiocirculatorio, y el golpe de calor también es grave. A veces vemos gente que corre a la orilla del río a la siesta sin precauciones adecuadas, lo cual es peligroso. Por eso siempre pedimos sobriedad y moderación en todas estas cosas.

Para la biblioteca virtual del programa, ¿podría recomendarnos un libro que le haya gustado leer? 

Estoy releyendo a Cesare Pavese, un autor italiano que le dieron el Nobel en su momento. Sus novelas son costumbristas, duras, y muchas de ellas fueron llevadas al cine y dejan una idea de lo que era la Italia de aquella época.

Entrevista de Sergio Suppo.