Fernando Álvarez Castellano: "Competir si no tengo un objetivo, no me motiva"

El Dakar convoca a pilotos de todos los países, de todas las edades y de todos los niveles. A todos les une un factor común: la pasión por probarse a sí mismos en un desafío extremo. No hay manera de que este rally no lo sea, ya sea que lo corras en un coche, en una moto, en un cuatriciclo o en un ‘coche ligero’, o ‘Side by Side’, como les llaman los organizadores a los UTV que se conforman de dos categorías, la T3 y la T4.

En la mayor, la que tiene a los coches de serie preparados y los prototipos, corre el piloto de nuestro “Rally Cordobés”, Fernando Álvarez Castellano, con la pasión que referimos arriba metida hasta el tuétano. Hay que ver cómo le brillan los ojos al que cariñosamente los demás pilotos llaman ‘El Gallego’ cuando cuenta lo que le sucede en la pista. Que, a sus 57 años, parece ser el lugar donde más disfruta la vida.

“Correr es la vida, todo lo demás es espera”, decía el personaje de Steve McQueen en el filme “24 Horas de Le Mans”. Y algo así, aunque su ocupación principal sea la compañía pesquera más grande de Argentina, parece sucederle a nuestro personaje. Que no viene al Dakar a pasear ni a mostrarse -como no lo hace con ninguna carrera-, sino a competir todo lo duro que puede por todo lo que haya como premio.

En la Etapa 4 (Hail-Hail, 573 kms.), lamentablemente, la rotura de una pieza clave -el diferencial delantero de su CanAm Maverick- lo sacó de la carrera:

Bueno Fernando, se hizo todo lo que se pudo, se luchó mucho, pero la ilusión se terminó.

- Sí, sí. Después del día anterior, que tuvimos un muy buen día, ayer tuvimos la mala suerte de que en el Km130 se rompió el diferencial delantero, entonces, nos quedamos sin tracción delantera. Y con las dunas y lo mojado que estaba el terreno era imposible seguir. Así que esperamos al camión, pero camión de asistencia rápida que tenemos en el equipo se le rompió la suspensión, así que tuvimos que esperar a los otros camiones, pero tardaron cinco horas en llegar a donde estábamos y con ellos pudimos -nos iban tirando un poco- salir hasta la carretera. Pero ya arreglar el auto y salir, íbamos a salir a las once y pico, doce y ya creo que ni la misma carrera nos iba dejar terminar la etapa. Así que nos vinimos por carretera y ya para nosotros hay posibilidades de reenganchar-, pero la verdad es que para mí, competir sino tengo ningún objetivo no me motiva. Y me parece que es mejor irse a casa, trabajar y juntar para el año que viene.

¿Son parte de las ‘cartas que están en el mazo’ del Dakar, no?

- Sí, obvio, que son parte. Y eso que, de ayer, de haber tenido un día regular, normal, nos hubiera permitido escalar muchas posiciones, porque hubo muchos problemas, mucha gente que se quedó sin gasolina. Pero bueno, como a ellos, también nos tocó y varios ayer se quedaron fuera. Así que, mala leche. Pero si no nos hubiésemos quedado afuera, nos quedaba para seguir empujando e ir viendo que pasen cosas como las de hoy. Que seguro, va haber más sorpresas de estas. Pero ya te dijo, una vez que te quedas fuera, puedes pelear por alguna etapa, pero ya no vas a pelear por el Dakar ni por la medalla de acabar el Dakar. Entonces. Por eso te digo, no tiene tanto sentido, tantos días, como quedan, cuando -por ahí- tenemos cosas que hacer en casa y además, el primer fin de semana de febrero tengo que estar aquí, en Hail, de vuelta, porque empieza el campeonato. Así que, creo que es mejor darse ahora un descanso, tranquilos, agarrar energía y empezar con todo el año.

Fernando Álvarez Castellano lo define con sus palabras, como lo describíamos al comienzo: viene al Dakar a por todo, como lo hace en el Campeonato Mundial de Bajas de FIA, cuya corona -ya lo dijo- comenzará a defender entre el 2 y el 4 de febrero en la Arabia Baja, la primera de las ocho fechas del 2023.

Cadena 3 Motor, de nuestro enviado especial en Arabia Saudita. Fotografías: ShakeDownTeam.