Echaron de la Municipalidad al empleado que usó un mortero

El intendente firmó este miércoles por la tarde el decreto que dispone la exoneración del empleado municipal que utilizó el mortero casero en una de las protestas del Suoem.

Se trata del agente Nelson Cuello, quien está detenido e imputado por el delito de "intimidación pública agravada", por orden del fiscal Raúl Garzón. 

A su vez, Llaryora envió el instrumento legal al Concejo Deliberante a los fines de su conocimiento y ratificación.

"De conformidad a lo establecido en el inciso 24 del artículo 86 de la Carta Orgánica Municipal, el Departamento Ejecutivo Municipal debe adoptar, en caso de grave peligro público, las medidas necesarias y convenientes, con oportuno conocimiento del Concejo Deliberante", informaron desde el Municipio.

Cuello, quien hasta la fecha se desempeñó en el área de Espacios Verdes, fue despedido en virtud a lo sucedido en la manifestación del gremio municipal del pasado 30 de octubre. 

"La persona mencionada puso en riesgo la integridad física de transeúntes, fuerzas policiales y vecinos de la ciudad, con una manifiesta actitud temeraria, empleando elementos que poseen un alto nivel de peligrosidad y configuran la utilización de armas impropias, como lo es un 'mortero casero'", detallaron.

El Estatuto del Empleado Municipal, Ordenanza 7244 y sus modificatorias, establece en su artículo 44 que el empleado municipal tiene el deber de observar en el servicio y fuera de él una conducta decorosa y digna de la consideración y confianza que su condición de agente público exige, teniendo responsabilidad administrativa y patrimonial.

En tanto que la Ordenanza 10754 Código de Ética para el ejercicio de la función pública establece que el mismo se aplica a todas las personas que ejercen la función pública en todos sus niveles y jerarquías, en el ámbito de la Municipalidad de la ciudad de Córdoba y determina entre otros deberes “observar frente al público, en el servicio o fuera de él, una conducta correcta, digna y decorosa…evitando comportamientos que puedan socavar la confianza del público en la integridad del funcionario y de la institución a la que sirve”.

Informe de Francisco Centeno.