El barrio tiene una vista panorámica, sobre una colina (Archivo Web/Grupo Edisur)

Historias de barrios

Los comienzos del distinguido Cerro de las Rosas

14/07/2021 | 15:26 | Grupo Edisur te invita a conocer cómo nació el vecindario que se asentó sobre una colina en plena ciudad y que se convirtió en uno de los más tradicionales de Córdoba.

El barrio Cerro de las Rosas de la ciudad de Córdoba es una zona residencial, destacada por sus chalés parquizados y por haberse convertido, con el paso del tiempo, en un polo comercial estratégico. Ubicado sobre una empinada colina, desde algunos puntos aún hoy se puede tener una vista panorámica de la capital provincial.

Grupo Edisur te cuenta la historia de uno de los vecindarios más tradicionales y distinguidos, donde la unión vecinal fue un factor fundamental.

El nacimiento de Estancia Santa Jacoba

El origen del barrio data del 18 de septiembre de 1928, cuando Samuel Bronenberg y su esposa compraron un lote de 20 hectáreas a Jacoba Malbrán de Escarguel, hija del exvicegobernador Tristán Malbrán, en acuerdo con el yerno de esta última, José María Buteler (hijo).

Matrimonio Bronenberg - Díaz Valentín. Foto: Facebook Cerro de las Rosas-Documentos históricos / Grupo Edisur.

El nuevo dueño parceló su terreno, llamado Puesto 15 Estancia Santa Jacoba, y puso a la venta varias fracciones bajo el nuevo nombre de Cerro de las Rosas, con la condición de que los compradores construyeran grandes chalés parquizados, para que el sector fuera residencial y distinguido. 

Sociedad de Fomento: el gran motor del vecindario

A fines de la década de 1930, José María Buteler (padre) creó la Sociedad de Fomento Urbano y nombró a Don José Ruiz como administrador. Éste tenía la obligación de abrir las calles del barrio y mantenerlas sin pozos, utilizando una enorme máquina a la que llamaban “champio”.

Este organismo se encargaba también de la recolección de residuos domiciliarios, la distribución del agua para riego y la forestación de las veredas con paraísos, a los que debían pintarlos con cal hasta un metro de altura. Luego instauró “El Colegial”, que era un ómnibus especial para llevar y traer de las escuelas a los numerosos niños y jóvenes de la zona.

Bomba de agua construida por José María Buteler. Foto: Archivo web / Grupo Edisur.

Por aquellos años, el colegio La Salle (entonces sólo para varones) y el Instituto Juan Zorrilla de San Martín eran prácticamente las únicas propuestas educativas.

Como se necesitaba agua potable para la zona, los Buteler construyeron un tanque de 100 mil litros que abasteció a las familias durante 30 años. Además, se hicieron cuatro pozos de suministro por cañerías a las residencias.

De a poco se fue poblando

En los primeros años, el Cerro de las Rosas tenía pocos habitantes. Además de sus calles arenadas, el barrio se caracterizaba por sus senderos y barrancas. La actual avenida Rafael Núñez era el camino a Argüello y la ahora Fernando Fader era la vía principal, primera en pavimentarse. La mayoría de las calles se conocían por números, hasta que una Ordenanza municipal de 1980 dispuso que pasaran a llamarse por los nombres de personalidades.

Navidad del año 1983. Pesebre viviente con todos los hijos de los primeros habitantes del barrio. Foto: Facebook Cerro de las Rosas-Documentos históricos /Grupo Edisur.

Además de la Sociedad de Fomento Urbano, las primeras instituciones del barrio fueron el Club Teléfonos (1937) y el Club La Tablada (1943), popular por los bailes de carnaval y las funciones de cine al aire libre. El primer almacén fue el de don Torres en calle Malbrán, los mayores iban a bailar a Los Diablos Rojos (1938) y la primera escuela pública fue la Juan Zorrilla de San Martín.

Cambio de imagen y funcionalidad

Juan Giunta, arquitecto e integrante del Taller de Investigación en Proyectos Urbanos de la Universidad Nacional de Córdoba, sostiene que “en sus primeros años de existencia, las parcelas que había en el Cerro de las Rosas eran enormes. Hacia este lugar de la ciudad se dirigieron los sectores de mayores ingresos. Las viviendas tenían una tipología inglesa y americana.

“El Cerro era un paradigma para vivir porque reunía condiciones ambientales y paisajísticas deseables. En un momento se convirtió en un lugar de paseo para el resto de los cordobeses. Ahora dejó de ser sólo residencial. También es comercial y está orientado a servicios”, afirma el arquitecto.

Crece el barrio

Cuando Samuel Bronenberg tenía su loteo vendido casi en su totalidad, José María Buteler le pidió autorización por escrito para poder usar el mismo nombre de Cerro de las Rosas en su fracción que estaba a continuación, y por primera vez apareció la plaza del barrio.

Ensanche de la Av. Rafael Núñez, frente a donde hoy se ubica el Santuario de Schöenstatt, en la "subida del Cerro". Foto: "El Cerro de las Rosas: historia y protagonistas”, de Gloria Paladini / Grupo Edisur.

Desde entonces, el vecindario ha ido en constante crecimiento, sumando a su paisaje una importante oferta educativa con instituciones de renombre, áreas comerciales y de servicios de gran influencia para el sector, obras de infraestructura como el nudo vial de la Mujer Urbana, y un importante desarrollo urbano y social.

#DatoEdisur: ¿Cómo es vivir en un barrio diseñado en supermanzanas?

Fuentes: Wikipedia. Facebook Cerro de las Rosas - Documentos históricos. Facebook Puro Cerro. Sky Scraper Page.

Te puede Interesar

Grupo Edisur

Grupo Edisur te cuenta cómo lograr esta tendencia, que está causando furor en el mundo del interiorismo por su mezcla perfecta entre el minimalismo y lo bohemio.

Consejos de seguridad

Tener en cuenta algunas cuestiones claves puede evitar electrificaciones, incendios y sobretensiones que afecten la vivienda, los artefactos y la seguridad de los habitantes del hogar. 

Manantiales

Desde naturaleza hasta hiperconectividad. Grupo Edisur te cuenta por qué elegir el emprendimiento ubicado en el suroeste de Córdoba. Una propuesta planificada, variada y sustentable. 

Defensor del Pueblo

El Salario Mínimo Vital y Móvil no cubre el costo mensual de los alimentos esenciales para una familia de cuatro personas. Necesitan más de un SMNV para superar la línea de indigencia.