Debate agresivo, sin ganador

Fue un debate intenso, de principio a fin.

Lula y Bolsonaro se atacaron durante todo el encuentro, desde que comenzó hasta que terminó. Como si estuvieran en un ring de boxeo, hasta por cómo se ubicaron: Bolsonaro ocupando el centro de la escena, atacando. Y Lula a la defensiva.

Todo el tiempo intercambiaron provocaciones y se trataron de mentirosos. Esa alta cuota de agresividad contrastó la falta de propuestas para convencer a los indecisos.

En un escenario de disputa estable, los dos candidatos presidenciales dirigieron sus mensajes a esa porción de votantes que todavía no decidió su voto o que no votó en la primera vuelta.

Fue un debate previsible, donde los candidatos tuvieron estrategias opuestas.

• Bolsonaro más agresivo y Lula más emocional.

• Bolsonaro más incisivo y Lula más propositivo.

• Bolsonaro insistiendo con la corrupción y Lula, con los temas sociales.

Así las cosas, más que un debate fue un popurrí de ofensas. Y, por lo tanto, faltaron propuestas de gobierno. Quedó trunco, por ejemplo, el debate sobre la economía.

En conclusión, el debate no dejó grandes novedades: expresó lo que muestran las encuestas. Bolsonaro, que está en desventaja, fue más agresivo. A Lula, en cambio, se lo vio más tranquilo, por la victoria en la primera vuelta. Es muy difícil que algún voto haya cambiado tras el último debate entre Lula y Bolsonaro.

No veo que haya habido un vencedor. Aunque el hecho de que no haya habido un vencedor es una pequeña ventaja para Lula.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/