Investigación de McGill University
23/12/2025 | 04:17
Redacción Cadena 3
Un reciente estudio realizado por investigadores de McGill University ha desafiado la concepción tradicional sobre el papel de la dopamina en el movimiento, especialmente en el contexto de la enfermedad de Parkinson. Publicado en la revista Nature Neuroscience, la investigación sugiere que la dopamina no actúa como un "acelerador" del movimiento, como se pensaba anteriormente, sino que proporciona las condiciones necesarias para que el movimiento se produzca.
Según el autor principal, Nicolas Tritsch, profesor asistente en el Departamento de Psiquiatría de McGill y investigador en el Douglas Research Centre, "nuestros hallazgos sugieren que deberíamos repensar el papel de la dopamina en el movimiento". La investigación indica que restaurar los niveles de dopamina a niveles normales podría ser suficiente para mejorar el movimiento, lo que podría simplificar la forma en que se aborda el tratamiento del Parkinson.
La dopamina es crucial para la energía motora, que se refiere a la capacidad de moverse con velocidad y fuerza. En personas con Parkinson, las células cerebrales que producen dopamina se descomponen gradualmente, lo que lleva a síntomas característicos como el movimiento lento, temblores y problemas de equilibrio. El tratamiento más común, la levodopa, ayuda a restaurar el movimiento al aumentar los niveles de dopamina en el cerebro, aunque no se comprendía completamente por qué era tan efectivo.
En años recientes, herramientas de monitoreo cerebral mejoradas detectaron picos breves de dopamina durante el movimiento, lo que llevó a muchos investigadores a pensar que la dopamina controlaba directamente la intensidad del movimiento. Sin embargo, los nuevos hallazgos desafían esta suposición.
El estudio sugiere que la dopamina no actúa como un controlador del movimiento en tiempo real, sino que cumple un rol más fundamental. Tritsch comparó su función diciendo: "En lugar de actuar como un acelerador que establece la velocidad del movimiento, la dopamina parece funcionar más como el aceite de un motor. Es esencial para que el sistema funcione, pero no es la señal que determina cuán rápido se ejecuta cada acción".
Para probar esta hipótesis, los investigadores monitorearon la actividad cerebral en ratones mientras presionaban una palanca con peso. Utilizando un método basado en luz, pudieron activar o desactivar las células productoras de dopamina durante la tarea. Si los picos rápidos de dopamina fueran responsables de la energía del movimiento, cambiar los niveles de dopamina en ese momento debería haber alterado la velocidad o la fuerza del movimiento de los ratones. Sin embargo, ajustar la actividad de la dopamina durante el movimiento no hizo ninguna diferencia.
Cuando los investigadores probaron la levodopa, encontraron que el medicamento mejoraba el movimiento al elevar el nivel general de dopamina en el cerebro, y no restaurando los picos de dopamina que ocurren durante el movimiento.
Más de 110,000 canadienses viven actualmente con Parkinson, y se espera que esa cifra se duplique para 2050 a medida que la población envejece. Según los investigadores, una mejor comprensión de por qué la levodopa funciona podría guiar el desarrollo de tratamientos futuros que se centren en mantener niveles de dopamina estables en lugar de apuntar a señales rápidas de dopamina.
Los hallazgos también alientan a los investigadores a reexaminar estrategias de tratamiento más antiguas. Los agonistas de los receptores de dopamina han mostrado beneficios en el pasado, pero a menudo causaron efectos secundarios porque afectaron grandes áreas del cerebro. La nueva perspectiva podría ayudar a los científicos a diseñar terapias más seguras que actúen de manera más precisa.
El estudio titulado "Las fluctuaciones de dopamina de subsegundo no especifican la energía de las acciones en curso" fue realizado por Haixin Liu y Nicolas Tritsch y publicado en Nature Neuroscience. La investigación fue financiada por el Canada First Research Excellence Fund, otorgado a través de la iniciativa Healthy Brains, Healthy Lives en McGill University y el Fonds de Recherche du Québec.
¿Qué descubrieron los investigadores?
Descubrieron que la dopamina no controla el movimiento, sino que facilita su ejecución.
¿Quién lideró el estudio?
El estudio fue liderado por Nicolas Tritsch de McGill University.
¿Cuándo se publicó el estudio?
El estudio fue publicado el 22 de diciembre de 2025.
¿Dónde se realizó la investigación?
La investigación se llevó a cabo en McGill University y el Douglas Research Centre.
¿Por qué son importantes estos hallazgos?
Estos hallazgos podrían transformar el tratamiento del Parkinson al enfocarse en mantener niveles estables de dopamina.
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