Estudio revela que pacientes con cáncer que se vacunaron contra COVID-19 vivieron más tiempo

Un reciente estudio realizó una revelación impactante para el tratamiento de pacientes con cáncer. Aquellos que recibieron una vacuna de ARN mensajero contra el COVID-19 dentro de los 100 días posteriores al inicio de una terapia inmunológica vivieron de manera notablemente más prolongada que aquellos que no recibieron la vacuna. Este trabajo fue llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Florida y el Centro Oncológico MD Anderson.

Los investigadores, quienes estudiaron los registros médicos de más de 1,000 pacientes de MD Anderson, sugirieron que las propiedades inmunoactivadoras de la vacuna podrían aumentar la respuesta del organismo en la lucha contra el cáncer, actuando como una especie de "flare" que reaviva el sistema inmunológico.

El estudio, que fue presentado el 19 de octubre de 2025 en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica en Berlín, representa un avance significativo después de más de diez años de investigación sobre tratamientos basados en ARN mensajero para activar las defensas del cuerpo contra el cáncer.

El doctor Elias Sayour, médico oncólogo pediátrico en UF Health y profesor de investigación en oncología, destacó las implicaciones extraordinarias que estos hallazgos podrían tener en el campo de la oncología: "Esto podría revolucionar completamente el cuidado oncológico. Podríamos diseñar una vacuna aún mejor para movilizar y reiniciar la respuesta inmune, que puede ser esencialmente una vacuna universal y accesible para todos los pacientes oncológicos".

En este contexto, el doctor Jeff Coller, experto en ARN mensajero de la Universidad Johns Hopkins, subrayó la forma en que la iniciativa "Operation Warp Speed", lanzada por el gobierno estadounidense, continúa beneficiando la vida de las personas de maneras únicas e inesperadas.

Al analizar los registros de 180 pacientes con cáncer de pulmón avanzado que recibieron la vacuna en un periodo de 100 días antes o después de iniciar la inmunoterapia y 704 pacientes que fueron tratados sin la vacuna, se observó que aquellos vacunados experimentaron una casi duplicación en la supervivencia media, que pasó de 20.6 meses a 37.3 meses.

La investigación mostró resultados similares en pacientes con melanoma metastásico; aquellos que recibieron la vacuna durante ese mismo periodo vieron un incremento en la supervivencia media de 26.7 meses a entre 30 y 40 meses. Se estima que algunos de esos pacientes aún se encontraban vivos al momento de recolectar los datos, lo que podría indicar que el efecto de la vacuna es aún más fuerte.

El estudio sugirió que el uso de la vacuna mRNA contra el COVID-19 activaba una respuesta inmune potente. Sin embargo, los investigadores recomendaron llevar a cabo ensayos clínicos aleatorizados para confirmar estos hallazgos. El doctor Duane Mitchell, director del Instituto de Ciencias Clínicas y Translacionales de UF, enfatizó la urgencia y la importancia de esta confirmación, destacando que es el tipo de beneficio que se espera ver con las intervenciones terapéuticas.

Por otro lado, se comprobó que las vacunas no mRNA para neumonía o gripe no resultaron en cambios en la longevidad de los pacientes. Este estudio da pie a nuevas posibilidades en la investigación sobre vacunas oncológicas universales, con la esperanza de poder extender la vida de los pacientes con cáncer de manera significativa.