Descubren ADN de lobo oculto en la mayoría de los perros modernos

Nuevas investigaciones realizadas por científicos del American Museum of Natural History y el Smithsonian's National Museum of Natural History revelaron que la mayoría de los perros que viven hoy en día conservan pequeñas pero medibles cantidades de ascendencia de lobo, desarrolladas tras la domesticación. Estos genes de lobo persistentes parecen haber influido en características como el tamaño corporal, las habilidades olfativas y ciertos aspectos del comportamiento. El estudio, publicado el 24 de noviembre en Proceedings of the National Academy of Sciences, sugiere que este sutil flujo genético podría ayudar a los perros a adaptarse a diversos entornos humanos.

La autora principal del estudio, Audrey Lin, una becaria postdoctoral en Bioinformática y Biología Computacional en el American Museum of Natural History, comentó: "Los perros modernos, especialmente los de compañía, pueden parecer tan distantes de los lobos, que a menudo son demonizados. Sin embargo, hay características que pueden haber venido de los lobos que valoramos mucho en los perros hoy en día y que elegimos mantener en su linaje. Este es un estudio sobre perros, pero de muchas maneras, nos está hablando sobre lobos".

Orígenes antiguos y hibridación limitada

Los perros tienen su origen en una población extinta de lobos grises que evolucionó junto a los humanos durante el Pleistoceno tardío, hace aproximadamente 20,000 años. Aunque los lobos y los perros todavía comparten territorio y son capaces de producir descendencia fértil, la hibridación real entre ellos es inusual. A excepción de algunos cruces deliberados, los investigadores han encontrado poca evidencia de mezcla genética después de que la domesticación estableció linajes separados.

Lin agregó: "Antes de este estudio, la ciencia predominante parecía sugerir que para que un perro fuera un perro, no podía haber mucho ADN de lobo presente, si es que había alguno. Pero encontramos que si se observa muy de cerca en los genomas de los perros modernos, el lobo está presente. Esto sugiere que los genomas de los perros pueden 'tolerar' el ADN de lobo hasta un nivel desconocido y seguir siendo los perros que conocemos y amamos".

Amplio estudio genómico destaca vínculos ancestrales profundos

El equipo de investigación examinó más de 2,700 genomas publicados del National Center for Biotechnology Information y el European Nucleotide Archive, incluyendo lobos, perros de raza, perros de aldea y otros cánidos desde el Pleistoceno tardío hasta el presente. Su análisis reveló que casi dos tercios de los perros de raza retienen ascendencia de lobo dentro de su genoma nuclear de eventos de hibridación que ocurrieron hace aproximadamente 1,000 generaciones. Cada genoma de perro de aldea estudiado también mostró ascendencia de lobo detectable.

Los perros lobo checoslovacos y los Saarloos, criados intencionalmente a través de la hibridación entre lobos y perros, presentaron los niveles más altos de ascendencia de lobo, entre el 23 y el 40 por ciento. Entre las razas de perros típicas, el gran sabueso tricolor anglo-francés mostró la señal más fuerte, con un 4.7 a 5.7 por ciento, seguido por el pastor Shiloh con un 2.7 por ciento. Mientras que la ascendencia de lobo del pastor Shiloh se alinea con su historia de cría con perros lobo o híbridos recientes para crear perros pastores más saludables en los EE. UU., la elevada ascendencia de lobo en el gran sabueso tricolor anglo-francés, el sabueso más común en Francia, es tanto inesperada como inexplicada. El Tamaskan, una raza "parecida a un lobo" creada en el Reino Unido durante la década de 1980 seleccionando huskies, malamutes y otros perros por su apariencia similar a la de un lobo, tiene aproximadamente un 3.7 por ciento de ascendencia de lobo.

Influencia del lobo en diferentes tipos y tamaños de perros

Los investigadores identificaron varias tendencias generales en sus datos. Los perros más grandes y aquellos criados para tipos específicos de trabajo, como los perros de trineo árticos, las razas "paria" y los perros de caza, tendieron a tener niveles más altos de ascendencia de lobo. Los terriers, perros de caza y sabuesos de olor generalmente mostraron los niveles más bajos. Algunos grandes perros guardianes mostraron alta ascendencia de lobo, mientras que otros, incluidos el mastín napolitano, el bullmastiff y el San Bernardo, no mostraron ninguna. La ascendencia de lobo también apareció en razas que no encajaban en estos patrones, incluyendo el chihuahua, que tenía aproximadamente un 0.2 por ciento de ascendencia de lobo.

Lin comentó: "Esto tiene mucho sentido para cualquiera que tenga un chihuahua. Y lo que hemos encontrado es que esta es la norma: la mayoría de los perros son un poco lobunos".

Rasgos de personalidad y tendencias de ascendencia de lobo

El equipo también comparó cómo los clubes de criadores describen los comportamientos de las razas con la mayor y menor ascendencia de lobo. Las razas con bajos niveles fueron más a menudo etiquetadas como "amigables", seguidas de "deseosas de complacer", "fáciles de entrenar", "valientes", "vivaces" y "afectuosas". Las razas con mayor ascendencia de lobo fueron más a menudo descritas como "sospechosas de extraños", "independientes", "dignas", "alertas", "leales", "reservadas" y "territoriales". Descriptores como "inteligente", "obediente", "bueno con los niños", "dedicado", "tranquilo" y "alegre" aparecieron con frecuencia similar en ambos grupos. Los investigadores enfatizaron que estas etiquetas de personalidad reflejan observaciones humanas y que sigue sin estar claro si el ADN derivado del lobo influye directamente en estos rasgos. Aun así, los hallazgos abren nuevas direcciones para futuras investigaciones sobre el comportamiento.

Adaptaciones derivadas del lobo en los perros modernos

El estudio también destacó varias adaptaciones que los perros parecen haber heredado de los lobos. Los perros de aldea mostraron una ascendencia enriquecida de lobo en los genes de receptores olfativos, lo que puede apoyar su necesidad de localizar residuos de comida humana. Otra adaptación rastreada a un gen de lobo tibetano permite a los mastines tibetanos tolerar ambientes de baja oxígeno en la meseta tibetana y el Himalaya.

El coautor del estudio, Logan Kistler, curador de arqueobotánica y arqueogenómica en el National Museum of Natural History, afirmó: "Los perros son nuestros compañeros, pero aparentemente los lobos han sido una parte importante en dar forma a los compañeros que conocemos y amamos hoy. A lo largo de los años, los perros han tenido que resolver todo tipo de problemas evolutivos que vienen con vivir con humanos, ya sea sobrevivir a gran altitud, buscar su próxima comida mientras deambulan libremente por una aldea, o proteger el rebaño, y parece que utilizan los genes de lobo como parte de un conjunto de herramientas para continuar su historia de éxito evolutivo".

Otros autores del estudio incluyen a Regina Fairbanks, de la University of California, Davis; Jose Barba-Montoya, del American Museum of Natural History; y Hsiao-Lei Liu, del National Museum of Natural History y la University of Stockholm.