Innovaciones en bioelectrónica
26/10/2025 |
Redacción Cadena 3
Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio han descubierto que los hongos, específicamente los shiitake, poseen la capacidad de funcionar como dispositivos de memoria orgánica. Este hallazgo surge en un contexto donde se busca reducir el impacto ambiental de la tecnología y encontrar alternativas sostenibles para los microchips.
En su estudio, los científicos cultivaron y entrenaron a los hongos para que imitaran el comportamiento de los circuitos eléctricos de los microchips. Los dispositivos basados en hongos no solo consumieron muy poca energía, sino que también fueron capaces de cambiar entre estados eléctricos miles de veces por segundo, similar a lo que ocurre en los chips semiconductores tradicionales. Esto representa un avance significativo hacia la creación de computadoras más ecológicas y accesibles.
Características destacadas de los dispositivos fúngicos
Los circuitos creados a partir de hongos son biodegradables y de bajo costo, lo que resalta su potencial para mitigar los residuos electrónicos generados por la industria tecnológica actual. Según John LaRocco, autor principal del estudio, "el desarrollo de microchips que imitan la actividad neuronal real significa que no se necesita mucha energía en reposo o cuando la máquina no se utiliza. Esto podría representar una ventaja computacional y económica enorme".
La investigación se centró en la creación de memristores, componentes que funcionan como celdas de memoria al retener información sobre sus estados eléctricos previos. Al experimentar con los hongos, los científicos lograron replicar el comportamiento de memoria observado en chips semiconductores, abriendo la puerta a la creación de dispositivos computacionales sostenibles que requieren menos recursos para su producción.
Resultados sorprendentes
Los experimentos realizados indicaron que los memristores fúngicos podían alternar entre diferentes estados eléctricos hasta 5,850 veces por segundo con un 90% de precisión, aunque la precisión disminuyó a frecuencias eléctricas más altas. Sin embargo, el equipo observó que conectar múltiples hongos entre sí ayudó a restaurar la estabilidad, algo comparable a las conexiones neuronales del cerebro humano.
La coautora del estudio, Qudsia Tahmina, profesora asociada de ingeniería eléctrica y de computación, destacó que los resultados subrayan la adaptabilidad de los hongos para la computación. "La sociedad se ha vuelto cada vez más consciente de la necesidad de proteger nuestro medio ambiente y asegurar que lo preservemos para las generaciones futuras", aseguró Tahmina. Este aspecto de sostenibilidad podría ser uno de los factores que impulsan nuevas ideas biocompatibles como esta.
El futuro de la computación fúngica
Aunque el uso de memristores orgánicos aún está en sus primeras etapas, los investigadores planean perfeccionar los métodos de cultivo y reducir el tamaño de los dispositivos en futuros trabajos. Desarrollar componentes fúngicos más pequeños y eficientes será clave para que se conviertan en alternativas viables a los microchips tradicionales. LaRocco concluyó que "todo lo que se necesita para comenzar a explorar hongos y computación podría ser tan pequeño como un montón de compost y algo de electrónica casera, o tan grande como una fábrica de cultivo con moldes prefabricados".
¿Qué descubrieron los investigadores sobre los hongos?
Los hongos shiitake pueden funcionar como dispositivos de memoria orgánica, imitando la actividad neural.
¿Quién dirigió el estudio?
El estudio estuvo liderado por John LaRocco de la Universidad Estatal de Ohio.
¿Cuándo se publicó el estudio?
El estudio fue divulgado el 26 de octubre de 2025.
¿Dónde se llevó a cabo la investigación?
La investigación se realizó en la Universidad Estatal de Ohio.
¿Cómo funciona la tecnología basada en hongos?
Los dispositivos fúngicos alternan entre estados eléctricos, logrando hasta 5,850 cambios por segundo con alta precisión.
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