El menú para los cardenales en el cónclave: ligero, energético y secreto

El cónclave para elegir al próximo Papa, que comenzará este miercoles 7 de mayo, contará con un menú cuidadosamente diseñado por el nutricionista italiano Giorgio Calabrese, especializado en Ciencias de la Alimentación y asesor del Ministerio de Sanidad de Italia.

El nutricionista Calabrese detalló un plan alimenticio pensado para los 133 cardenales electores, quienes enfrentarán una rutina sedentaria y el estrés de cuatro votaciones diarias, con el objetivo de mantenerlos concentrados y energizados.

Un menú contra el estrés

Calabrese explicó que el menú busca contrarrestar el aumento de cortisol, la “hormona del estrés”, que eleva la insulina y puede generar grasa. “Como los cardenales no se moverán mucho y necesitan concentración, diseñé un menú ligero, sabroso y fácil de digerir”, afirmó.

Desayuno

Para evitar sobrecargas metabólicas, se propone un desayuno dulce con leche parcialmente desnatada, tostadas con mermelada o miel, y té o café, en lugar de opciones saladas como bacon o huevos, comunes en culturas del norte de Europa o América.

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Almuerzo 

Incluye un primer plato como pasta con tomate y albahaca o risotto de verduras, seguido de carne blanca o pescado a la plancha con verduras al vapor. El aceite de oliva virgen extra y el pan tostado (por su fibra) son clave. De postre, una fruta.

Merienda

Frutas frescas como fresas o arándanos, yogur parcialmente desnatado y té suave para mantener la calma antes de la cena.

Cena

Platos ligeros como jamón cocido, salmón ahumado, pescado azul o mozzarella, evitando comidas pesadas como pasta carbonara.

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Vino con moderación y adaptaciones

El nutricionista permitió un vaso de vino, preferiblemente Moscato d’Asti por su bajo contenido alcohólico, pero prohibió licores de alta graduación, ya que “desgastan el hígado y quitan energía al cerebro”. Para intolerancias, se ofrecen alternativas como pasta sin gluten, arroz, quinoa o té en lugar de lácteos.

Secreto y logística estricta

El menú, entregado al Vaticano, será ejecutado por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl en la Casa Santa Marta, bajo juramento de secreto. Cocineros, servidores y personal de transporte también están obligados a guardar confidencialidad. Toda la comida se preparará en las cocinas vaticanas, prohibiendo alimentos externos para garantizar la seguridad y el cumplimiento de las normas del cónclave.

Calabrese destacó que, aunque el menú está diseñado para satisfacer las necesidades nutricionales de los cardenales, las religiosas tienen la última palabra. Este plan, que combina ciencia y tradición, busca apoyar a los purpurados en su trascendental tarea de elegir al próximo líder de la Iglesia Católica.