La fundación "Mi Sangre", de Juanes, hace frente a la violencia en Colombia.

Cadena 3 en Colombia

“Mi Sangre”, la fundación de Juanes que hace frente a la violencia en Colombia

09/05/2023 | 23:56

El trabajo de estas instituciones es clave para la recuperación de miles de jóvenes y también adultos de Medellín y otras regiones. La tarea que realizan, en detalle.

Redacción Cadena 3

Ramiro Porchietti

La Fundación Mi Sangre fue fundada en 2006 por el músico Juanes y la activista social Catalina Cock. Con objetivos claros, con la premisa de generar una cultura de paz y la reinserción social de niños, jóvenes y también adultos víctimas de la guerra, del narcotráfico, pero también de otros problemas como la explotación sexual, la falta de vivienda y alimentos, realizan un trabajo fundamental que ha alcanzado a casi dos millones de personas desde su puesta en marcha.

En sus oficinas en El Poblado, corazón de Medellín, el director ejecutivo de la entidad, Pedro Fajardo, atiende a Cadena 3 y deja en claro la visión de Mi Sangre con respecto al proceso de pacificación de la ciudad y todo el país a partir de las juventudes: “Tratamos de que sean protagonistas de una cultura de paz. Colombia ha tenido un conflicto armado de jóvenes matando jóvenes y es ahí donde la fundación empieza a trabajar junto con ellos en esta construcción”, resume.

La fundación liderada por el músico nacido en Carolina del Príncipe, a cien kilómetros de Medellín, surgió en el 2006 con esa idea y, a través de sus diversos programas y acciones, ha impactado positivamente en un millón ochocientos mil jóvenes, además de hacerlo con docentes y personas adultas en diversas situaciones de vulnerabilidad. Este trabajo se divide en cuatro niveles: fortalecimiento de la vida en niños y adolescentes de la mano con docentes en instituciones educativas; cambios comunitarios por fuera de esas instituciones para fortalecer el liderazgo; un trabajo específico junto a jóvenes líderes con causas que los movilizan; y, por último, con "tomadores de decisión", adultos del sector público y privado con quienes se colabora de manera mutua para resolver diversas problemáticas.

En tal sentido, Fajardo da cuenta del origen y el porqué del enfoque en las juventudes. “El conflicto armado colombiano, no sólo con el narcotráfico ya que tiene otros componentes, ha sido un conflicto que, con 50 años de guerra, la línea entre víctima y victimario es bastante gris y difusa. Entender eso es importante para empezar a hablar de procesos de reconciliación”, sostiene.

“Muchas de las personas que participaron del conflicto fueron reclutadas cuando eran menores de edad y deben entenderse como víctimas, pero por fuera de ese proceso también hubo participación de otros actores alrededor de ese conflicto -continúa, en igual sentido-. Creo que entender eso es la única opción que tenemos para poder dar un paso adelante: la construcción de memoria siempre será indispensable para poder pasar la página de la violencia en un país tan afectado por el conflicto”.

Con áreas delimitadas, la fundación Mi Sangre tiene a Juanes como presidente de la Junta Directiva y a Cock como su presidenta. “Juanes ha trabajado muy de cerca en estos años. Es una persona no sólo muy sensible a los retos sociales de Colombia, como los ha sabido plasmar en su arte y su música, sino que adicionalmente ha participado de las planificaciones estratégicas de la fundación”, señala el director ejecutivo.

La importancia de la participación civil y las organizaciones de base en la recuperación de Medellín

Fajardo remarca que, en la baja de las tasas que tuvieron a Medellín como una de las ciudades más violentas del mundo durante muchísimos años, fue fundamental la coordinación entre cuatro sectores: el público, el privado, la academia y el social. “El diálogo entre estos sectores fue fundamental a la hora de construir planes para hacerle resistencia a la violencia que vivimos en su momento y, si bien esos tejidos lograron construir confianza, hoy tenemos el reto de reconstruir algo que está medianamente roto entre los sectores de la sociedad”, analiza.

“A veces se habla de una tríada entre el sector público, privado y la academia e invisibilizamos al sector social, que tuvo un rol fundamental en la resistencia a la violencia -resalta el director de Mi Sangre-. Invisibilizar ese sector que, a partir del arte, la cultura, el deporte y la educación alternativa ha jugado un papel en la pacificación de Medellín no sólo creo que sea un error, sino una pérdida de oportunidad para los retos que nos convocan hoy”.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

En tanto, Fajardo remarca que Medellín “tiene una oportunidad de promover un turismo más comunitario como ocurre en Comuna 13”. “Hay comunas afectadas que tienen una historia que contar, que también puede ser una contranarrativa de esa otra con Pablo Escobar como héroe. Esta ciudad tiene que hacer un ejercicio de reconstrucción de memoria y reconocimiento de qué fue lo que nos pasó, dejando de romantizar, como se ha hecho a nivel internacional, a figuras como Pablo Escobar y otras”.

Los desafíos de la ciudad que pasó “del miedo a la esperanza”

Medellín, como cualquier otra ciudad, presenta dificultades y retos no sólo históricos, sino que han surgido también en los últimos años. “El hambre es uno de los temas de la agenda pública de Medellín que debe visibilizarse, la violencia basada en género y hay un reto que creo que nosotros venimos tratando de atender de una manera no sólo innovadora, sino pertinente, que es la atención primaria en salud mental, que no es un tema sólo de la ciudad de Medellín o Colombia, sino a nivel global. Las cifras de problemas en ese sentido viene en ascenso”, detalla.

De igual modo, no desconoce que se han generado algunos problemas más recientes: la explotación sexual alrededor del turismo, el consumo problemático de drogas y otros vinculados a precios en vivienda y alimentos. “Vivimos como planeta un reto gigante, donde no sólo nos encerraron -reflexiona sobre la pandemia- y vimos un freno en la economía, que terminó impactando en las personas más vulnerables de la ciudad y eso incrementó los retos en la sociedad”. Y, ante las posibles causas de estos problemas, concluye: “Si bien hay personas que pueden señalar al actor público como aquel responsable del descuido, yo sí creo que nos ha faltado mucho más diálogo entre diferentes en la sociedad que se empezó a polarizar".

Te puede Interesar

Cadena 3 en Colombia

Los pobladores de esa zona de Medellín, construida por el capo narco, no niegan los crímenes cometidos, pero se rehúsan a hablar mal de él. El testimonio de una fundadora.

Cadena 3 en Colombia

“Renacer de Buenos Aires” es una de las primeras intervenciones estatales en el barrio nombrado como el capo narco. Cómo funciona y qué significó para el lugar.

Cadena 3 en Colombia

El consultor en gestión de riesgos, Rogelio Echeverry Palacio, destaca la importancia histórica de Colombia en la solución definitiva del conflicto armado y la baja sostenida en los principales delitos en Medellín.  

Cadena 3 en Colombia

El consultor y presidente de una empresa de gestión de riesgos trazó paralelismos sobre la violencia en Argentina y lo ocurrido en Colombia. “Se están presentando situaciones muy similares desde el modus operandi”, sostuvo.