Qué pasará con el precio del gas envasado tras la desregulación del Gobierno

El 40% de los argentinos no accede a la red de gas y depende del uso de garrafas. Desde septiembre del año pasado, el precio de las garrafas se encuentra liberado, lo que genera incertidumbre respecto a lo que puede pasar con los precios a partir del decreto publicado la semana pasada por el Gobierno, que desregula el mercado del gas envasado y deja de injerir en valores, oferta y demanda.

La normativa, que desregula el mercado de la industria y comercialización de gas licuado de petróleo (GLP), restringe la tarea de la Secretaría de Energía como autoridad de aplicación "exclusivamente a la fiscalización del cumplimiento de los parámetros de seguridad correspondientes".

El presidente de la Cámara de Empresas de Gas Licuado de la Argentina, Pedro Cascales, explicó en diálogo con Cadena 3 la situación actual. "Las garrafas ya vienen con precio liberado desde septiembre del año pasado. El Estado estableció que no iba a intervenir en los precios de los hidrocarburos", señaló. 

En febrero de este año, el precio de una garrafa de 10 kilos en el Área Metropolitana de Buenos Aires era de 6.500 pesos, mientras que hoy se encuentra en 12.000 pesos. "Si uno hace ese cálculo por inflación, una garrafa tendría que estar arriba de 14.000, 15.000 pesos", agregó.

La competencia en el sector es intensa, con 28 fraccionadores y cientos de distribuidores. "Si una persona ve que una garrafa es cara, puede ir a otro depósito", indicó Cascales, quien sostuvo que este acceso libre al mercado permite que los precios se mantengan por debajo de la inflación.

El gas envasado es utilizado por casi el 46% de la población argentina. "El gas líquido de petróleo está disponible en todo el país y no faltó nunca en la historia", aseguró el presidente de la Cámara. "A diferencia del gas natural, que presenta faltantes en invierno, el gas licuado tiene un superávit en producción".

Cascales aclaró que el costo de la garrafa puede ser más competitivo en algunos casos. "El gas natural es más económico, pero solo conviene con un alto consumo. Conectarse al gas natural implica una inversión de 2 a 3 millones de pesos", explicó.

La falta de acceso al gas natural se concentra en la Mesopotamia argentina, donde la infraestructura es limitada. "Es una combinación de factores, como la geografía complicada y la densidad de población", concluyó Cascales.

Entrevista de Rodolfo Barili.