Doble femicidio en Córdoba: habló la jueza que le dio el botón antipánico a Luna

La jueza María Victoria Jalil Manfroni, titular de la Unidad de Jueces N°2, brindó detalles sobre las medidas tomadas en el caso de Luna, víctima del doble femicidio perpetrado por Pablo Laurta en el barrio Villa Serrana, Córdoba. 

En diálogo con Cadena 3, la magistrada explicó las acciones judiciales realizadas en el marco de la denuncia por violencia familiar presentada por Luna.

"Tuvimos muchos contactos con Luna. El último fue el 29 de mayo. Ella tenía la representación y el patrocinio de una asesora letrada de la Defensa Pública. Además de las dos audiencias que se tomaron con ella, me presentaba todos sus escritos y peticiones a través de su abogado, que es un abogado del Estado. Cada una de sus peticiones fue atendida. En la audiencia del 29 de mayo, Luna relató que tenía miedo y que, desde febrero de 2024, no tenía contacto personal con él; él no se le había acercado físicamente. Pero seguía mandándole algunos mensajes y contactos, todos virtuales", señaló la jueza a esta emisora.

Sobre las medidas de protección otorgadas, Jalil Manfroni detalló: "Se dictaron medidas de restricción de acercamiento desde el primer día que ella hizo la denuncia, que fueron renovadas sistemáticamente. Se le otorgó el botón antipánico desde el primer momento y también se ordenó la colocación de una tobillera. Sin embargo, como él no tenía domicilio constituido en Córdoba, porque su domicilio real era en Uruguay, nunca se lo pudo ubicar para colocarle la tobillera. Se ordenó una búsqueda de paradero para que la policía lo trasladara al polo de la tobillera, pero eso nunca pudo suceder porque él no tenía domicilio en Córdoba ni en ningún lugar de Argentina".

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Consultada sobre si Luna había informado que Laurta planeaba un cumpleaños para su hijo en Uruguay, la jueza respondió: "Ella contó que él le había mandado mensajes por WhatsApp pidiéndole que viajara a Uruguay. Era un tono amable, sin agresiones, porque quería festejar el cumpleaños del niño allá. Además, había una notificación en la Dirección de Migraciones para que, si él ingresaba al país, nos notificaran inmediatamente para cumplimentar las medidas dictadas, como la tobillera".

Jalil Manfroni aclaró su rol en el caso: "Soy la jueza que manejó la causa de la denuncia por violencia, pero paralelamente había un procedimiento penal investigando otros hechos denunciados. Yo soy una jueza de medidas cautelares, dicto medidas para proteger a la víctima, pero no tengo potestad de detener a nadie. Todo lo que se podía hacer desde el Juzgado de Violencia Familiar se hizo correctamente. No hay disposición de los medios porque las actuaciones son confidenciales”.

La magistrada también mencionó que se comunicó con el juez del proceso penal por vía de oficios y, en ocasiones, telefónicamente. "Sé que en el proceso penal se hizo una pericia psiquiátrica y que esa pericia determinó que él no era una persona peligrosa. No había indicadores para pensar que se podía presentar este desarrollo fatal”, afirmó.

Respecto a las medidas tomadas, reiteró: "Se le dio una orden de restricción y un botón antipánico, porque la tobillera nunca se le pudo poner. Todo eso se prorrogó desde el día uno de la denuncia. Además, se libró un oficio a la Dirección General de Migraciones para que él no pudiera ingresar al país con armas de fuego, ya que Luna expresó en una denuncia que él practicaba tiro en Uruguay. Todo lo que se podía hacer, realmente se hizo".

Finalmente, sobre las responsabilidades adicionales del sistema judicial, Jalil Manfroni fue contundente: "Eso no tiene que ver con mi proceso, por lo tanto, no me corresponde contestarlo. Lo que sí puedo asegurar es que, dentro del proceso que tuvo mi intervención, se hizo todo". La jueza destacó que Laurta ingresó al país con un arma por una frontera no autorizada, lo que derivó en el hecho fatal investigado en Entre Ríos.

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Entrevista de Rodolfo Barili y Juan Federico.