Prevención y consulta
30/12/2025 | 06:42
Redacción Cadena 3
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Marcos Grigioni
El diagnóstico confirmado de hantavirus no solo conmocionó a la comunidad, sino que también puso en primer plano una enfermedad poco frecuente, pero potencialmente mortal, que encuentra en el medio rural un escenario propicio para su transmisión.
En diálogo con El Campo Hoy, el Dr. Marcos Grigioni, especialista en medicina agrícola, explicó con claridad cómo actúa el virus y cuáles son los cuidados fundamentales para prevenirlo, especialmente entre quienes viven o trabajan en zonas rurales.
“El hantavirus es una enfermedad transmitida por los ratones colilargos, que contaminan todo el medio ambiente en el que viven”, señaló el profesional. Estos roedores eliminan el virus a través de la orina, las heces y los nidos, contaminando su entorno inmediato. El ser humano se infecta principalmente al inhalar partículas suspendidas en el aire, aunque también puede hacerlo al ingerir alimentos contaminados o al tocarse los ojos con las manos sucias.
Uno de los mayores riesgos, según Grigioni, es que los primeros síntomas suelen confundirse con un cuadro gripal común. Fiebre, cansancio extremo, dolores musculares, tos, dolor de cabeza y vómitos son algunas de las manifestaciones iniciales. “Por eso es fundamental que toda persona relacionada con la producción agropecuaria o que viva en el medio rural, ante cualquiera de estos síntomas, consulte rápidamente a su médico de confianza”, remarcó. La detección temprana puede ser clave para definir el origen del cuadro y aplicar las medidas necesarias a tiempo.
El rol de la prevención
La prevención ocupa un rol central. Evitar el ingreso de roedores a viviendas y galpones es una de las principales recomendaciones. Sellar orificios en puertas, paredes y techos puede marcar la diferencia. Además, la limpieza debe realizarse con extremo cuidado: pisos, paredes, mesas, cajones y alacenas deben desinfectarse con una solución de lavandina y agua —una parte de hipoclorito de sodio por nueve de agua— dejándola actuar al menos 30 minutos antes de enjuagar.
Otro punto crítico es evitar barrer en seco. “Siempre hay que humedecer el piso antes de barrer, para que el polvo no se levante y no pueda ser inhalado”, explicó Grigioni. Esa simple acción reduce significativamente el riesgo de contagio.
La prevención en las casillas
Especial atención merecen las viviendas rurales, casillas o galpones que han permanecido cerrados durante largos períodos. Antes de ingresar, deben ventilarse durante al menos 30 minutos. El procedimiento recomendado incluye el uso de un barbijo N95 que cubra correctamente nariz y boca: abrir puertas y ventanas, retirarse del lugar y regresar solo después de una ventilación adecuada.
La misma precaución aplica para la maquinaria agrícola o vehículos en desuso. “Es importante abrir puertas y ventanas del habitáculo, encender el ventilador y dejarlo funcionar un tiempo prudencial”, indicó el especialista, siempre utilizando protección respiratoria, ya que los roedores pueden haber anidado en esos espacios.
El caso de Ibarlucea funciona como un llamado de atención. En el campo, donde la convivencia con el entorno natural es cotidiana, la información y la prevención se convierten en herramientas vitales. El hantavirus no avisa, pero con cuidados simples y consulta médica oportuna, el riesgo puede reducirse de manera significativa.
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