Vuelve Trump: ¿Un gobierno de la política o de las corporaciones?

Hay muchas películas, series y novelas que nos muestran cómo organizaciones secretas operan sobre los gobiernos, en particular en Estados Unidos, para sus fines, que casi nunca son benévolos.

Sin ir a tan a fondo, uno podría preguntarse si la presidencia de Estados Unidos en mano de un hombre de las corporaciones no las va a beneficiar.

¿Cuánta influencia va a sostener la política con alguien que la atropelló para ser candidato y luego ganar las elecciones?

La primera presidencia de Donald Trump estuvo marcada por una estrecha relación entre el gobierno y las corporaciones.

Aunque Trump promovió políticas proteccionistas, como aranceles y restricciones comerciales, estas medidas no siempre se oponen a los intereses corporativos.

De hecho, muchas empresas han encontrado beneficios en sus políticas fiscales y regulatorias.

Trump recuperó el apoyo de los líderes empresariales debido a sus promesas de reducir impuestos corporativos y aliviar regulaciones.

Esto fue particularmente atractivo para el sector financiero y las grandes corporaciones, que ven en sus políticas una oportunidad para aumentar sus beneficios.

Aunque el proteccionismo de Trump podría parecer contradictorio con los intereses de las corporaciones globales, muchas empresas encontraron formas de beneficiarse de sus políticas.

Por ejemplo, las reducciones de impuestos permitieron a las empresas estadounidenses ahorrar miles de millones de dólares.

Pongamos nombre y apellido.

Elon Musk, el más conocido, líder corporativo de Estados Unidos.

Musk liderará en la era Trump un nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, encargado de reducir la burocracia y las regulaciones excesivas. Este rol le otorga a Musk una influencia significativa sobre las políticas gubernamentales, lo que podría beneficiar a sus empresas, como SpaceX y Tesla

Repasemos las propiedades de Elon, que se declara gran amigo de Javier Milei.

Tesla, empresa líder en la fabricación de vehículos eléctricos y tecnología de energía renovable. Tesla también se enfoca en el desarrollo de vehículos autónomos y energía solar a través de Tesla Energy, que surgió de la adquisición de SolarCity.

SpaceX, empresa aeroespacial que se centra en la exploración espacial, el desarrollo de cohetes reutilizables como el Falcon 9 y la Starship.

Y el servicio de satélites Starlink para proporcionar internet de alta velocidad, que se está extendiendo rápidamente en la Argentina.

Neuralink, que se dedica al desarrollo de interfaces cerebro-ordenador, con el objetivo de mejorar la capacidad humana mediante la integración de tecnología en el cerebro.

The Boring Company, que se enfoca en la construcción de túneles para aliviar el tráfico urbano mediante tecnologías de excavación avanzadas.

X (anteriormente Twitter), la red social que compró en 2022.

OpenAI, una organización sin ánimo de lucro que busca desarrollar inteligencia artificial amigable y beneficiosa para la humanidad.

Musk, como Trump, no da puntada sin hilo.

Nos quedamos con la pregunta inicial: ¿Las corporaciones van a tomar el lugar de la política?