Nuevo ministro, viejos reclamos piqueteros

Se le dio mucho interés en todos los medios a la designación de Jorge Taiana en Defensa, pero quería detenerme en el nombramiento de Juan Zabaleta, el intendente de Hurlingham, en Desarrollo Social.

Se va a sentar en uno de los cargos más complicados, difíciles y más turbulentos dentro de la historia del oficialismo. Es nada menos que la interna y la pelea por el gasto social, por quién se queda con semejante torta.

Hay que definir cómo se reparte entre los grupos piqueteros. La semana pasada hubo movilizaciones importantes del partido Obrero en Buenos Aires y en Córdoba.

Tampoco hay que olvidarse que también salió a la calle uno de los grupos piqueteros que está dentro del oficialismo, pero igual marchó para pedir más plata.

El que llega, Zabaleta, es un hombre con bastante muñeca política, que no pertenece a La Cámpora, es más, se enfrentó a esa agrupación, y de esa manera obtuvo el “premio” de ser nombrado ministro.

Viene a plantear una discusión fuerte acerca de cómo se reparte la ayuda. Hay algunas automáticas, como la jubilación o la Asignación Universal por Hijo, pero hay otra que se reparte a través de los movimientos piqueteros.

Y allí, en ese tráfico de miles de millones de pesos, hay manejo político y un empoderamiento político de algunos dirigentes que manejan esos fondos, los reparten y algunos lo usan como elemento de coacción pública.

Aseguran, los que conocen la interna, que Zabaleta viene a romper esa inercia que viene desde los tiempos de Carolina Stanley.