Rosalía Zarate hizo la solicitud y reclamó al tribunal para que los periodistas abandonen la sala tras el desmayo de su hijo cuando escuchaba la lectura de la sentencia.

En medio de la sentencia judicial, el joven de 23 años recayó en su silla y debió recibir atención médica. Recibió cadena perpetua.

Uno de los principales acusados de matar a Fernando Báez Sosa a la salida del boliche Le Brique en 2020 recibió a una psicóloga en el penal de Dolores.

El rugbier había testimoniado que al acercarse a la pelea sintió "un golpe en la cara", por lo que pegó sólo "una o dos" patadas, un hecho que desmintió Juan Manuel Dávila. 

El abogado de los padres de Fernando Báez Sosa habló de la repentina declaración del joven acusado de matarlo a golpes. Afirmó que su versión de los hechos tuvo "inventos" y "mentiras".

El acusado de asesinar a golpes a Fernando Báez Sosa pidió la palabra en el juicio. "En la vida se me hubiese ocurrido tener intenciones de matar", dijo. Reconoció que las zapatillas analizadas son suyas y que pegó patadas. 

Juan Pedro Guarino formó parte del grupo en las vacaciones de los acusados, pero fue desvinculado de la causa por no haber intervenido en la pelea.

Fue la primera declaración pública del familiar del rugbier más complicado en la causa. El testimonio se pudo escuchar en la sala donde se realiza el juicio en Dolores. 

Aunque no se detalló el motivo, se pudo corroborar que en la lista de ingresos del Tribunal no hay allegados del joven presenciando las audiencias.

Se trata de un estudio realizado con una técnica especial hace casi tres años en el Laboratorio Scopométrico de la Policía Federal. 

Dos especialistas que trabajaron en el caso explicaron la compatibilidad entre la zapatilla del acusado de matar al joven a la salida del boliche con las lesiones que presentaba.

Se reanuda el cuarto intermedio impuesto por el Tribunal tras la declaración de Pablo Laborde, secretario del Ministerio Público Fiscal. Se analizará el contenido de los celulares de los rugbiers.

En el inicio de la segunda semana del juicio oral, los acusados se quitaron el barbijo y dejaron ver su rostro en el proceso judicial. 

"Thomsen fue quien dijo que la zapatilla con sangre era de Pablo Ventura", indicó Mariano Vivas, oficial que estuvo presente durante el allanamiento a los rugbiers.

También apuntó a Ciro Pertossi como otro de los agresores que lo golpeó "en la espalda y costado" también en el piso.

Otro allegado del joven asesinado identificó a Máximo Thomsen como agresor directo. También identificó a Enzo Comelli como parte del grupo que le pegó a Báez Sosa.