El economista explicó que, por un lado, la expectativa de la gente tiene un fuerte impacto en el índice de crecimiento generalizado de los precios.
"El problema es que cuando uno empieza a convivir con la inflación, es más difícil salir. Se empiezan a activar distintos mecanismos de indexación más o menos formales, pero sobre todo la gente cree que esto es un problema que va a seguir", indicó.
Y explicó que, a partir de ello, se necesitan "medidas drásticas que generen mucha credibilidad en que algo va a cambiar".
"Pero si el problema de fondo no cambia, es difícil pensar que la gente vaya a cambiar sus expectativas, es un círculo vicioso", explicó el economista.
A este punto, se suma la tendencia al cierre que tiene la economía argentina. "Una economía más cerrada, reduce la competencia y a menor oferta más tendencia hay hacia una inflación", indicó.
De todas maneras, para el economista el problema de fondo es, una vez más, el déficit fiscal y la emisión monetaria que Gobierno realiza desde hace varios años, especialmente en 2020.
"El ministro Guzmán propone que la inflación es culpa de los economistas, porque pronosticamos inflaciones mayores a las supuestas en el presupuesto, pero las proyecciones no surgen de la nada, sino que se hacen en función de la realidad del momento y hay un dato insoslayable: que hay una mayor cantidad de dinero que hace un año", explicó.
Prendas y calzado: por qué fue el rubro que más aumentó
Distintas autoridades del Gobierno nacional como el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, o el de Producción bonaerense, Augusto Costa, afirmaron que la cifra de la inflación de abril se debía a una "inflación importada", a raíz de la suba del precio de los commodities.
Sin embargo, el rubro con mayor aumento de precios fue el de prendas y calzado. Ante esto, el economista explicó que "la ropa no es tan incidente en la medición de la inflación como lo son los alimentos".
"La suba de este rubro tiene una combinación de factores: por un lado, tiene muy poca competencia, y eso favorece que los productores locales suban los precios. La demanda podría haber aumentado por la pandemia. en cualquier caso, es un número que pesa menos en la canasta total", señaló.
Y desestimó los argumentos del Gobierno: "En alimentos no se sostiene lo que afirman porque cuando otro se observan otros países de la región, más abiertos económicamente, importan alimentos en cantidades enormes y la inflación no es ni de casualidad cercana a la argentina".
"El año pasado la recesión fue un factor importante, pero ahora el Gobierno intenta acordar con los sindicatos, con lo cual no se justifica que por eso haya una escala en la inflación", manifestó, a la vez que resaltó que la inflación del 4,1% de abril "incluye muchos precios cuidados", por lo que "no tiene comparación con lo que pasa con los salarios".
"La proyección del presupuesto pocas veces es creíble, se usa para generar expectativa positiva y garantizar así un mayor manejo de los recursos, pero el 29% de Guzmán está totalmente desestimado", dijo.
En palabras de Tiscornia, la inflación de los últimos 12 meses es del 46% y, en vistas de los próximos meses, estimó que la inflación del 2021 podría rondar el 45%. "Menos del 40% no va a ser", concluyó.
Entrevista de Miguel Clariá.
