Sergio Cravero, jefe de bomberos de Córdoba, dio detalles a Radioinforme 3 de cómo es la contención de pacientes en crisis emocionales o mentales y además cuestionó la utilidad de las armas no letales en estas situaciones.
"Bomberos siempre ha realizado diferentes tipos de contenciones de pacientes que estaban alterados emocionalmente, ya sea por cuadros de salud mental, consumo problemático de sustancias o con crisis que ponen en riesgo su integridad física o la de otros", explicó.
En la actualidad, la división cuenta con dos departamentos operativos: la guardia contra incendios y el DOAR (Departamento de Operaciones de Alto Riesgo). El DOAR se encuentra capacitado y entrenado para asistir en situaciones de crisis emocionales y mentales, actuando en respuesta a los requerimientos del personal policial operativo de calle, que actúa como primer interventor.
Cravero destacó que, si bien la Policía suele ser la primera en llegar a este tipo de situaciones, existe un protocolo de salud mental que establece recomendaciones prácticas para la intervención de las fuerzas policiales.
"Dependiendo la situación, solicita personal del DOAR de bomberos o negociadores del ETER. Sabemos que no es lo mismo una persona que está alterada en la vía pública, o en un domicilio con algún elemento que pueda ocasionar lesiones. Y por supuesto a su vez se solicita un servicio de emergencia para que llegue al lugar para la atención del paciente", detalló.
Sobre la posibilidad de que bomberos utilicen armas no letales en situaciones de crisis, Cravero señaló que el enfoque principal es la contención física y mecánica del paciente.
"Se usan elementos que posee el personal de calle, como esposas o precintos, a fin de contener las extremidades y evitar así que el paciente se autolesione. Teniendo en cuenta que no es un detenido, por supuesto, es simplemente un paciente que necesita atención médica. A posterior, lo revisa con personal médico y se lo traslada en ambulancia hasta un centro asistencial para una mejor atención y valoración psicológica", apuntó.
Cravero resaltó que las tareas operativas se llevan a cabo mediante el uso racional y escalonado de la fuerza. "Aunque el personal de bomberos puede enfrentar situaciones de riesgo durante sus intervenciones, en general, las personas en crisis no suelen agredir directamente al personal policial", agregó.
"La presencia de bomberos, reconocidos por su uniforme rojo, suele generar confianza y una percepción de ayuda por parte de los pacientes y sus familiares, lo que facilita la labor de contención", dijo.
En lo que va de año, Bomberos ha tenido 301 solicitudes para contenciones, lo que representa un promedio de casi dos intervenciones diarias en la ciudad de Córdoba.
Entrevista de Miguel Clariá
