Chofer, chofer, encienda su motor: ¿se viene la desregulación?

Adrián Simioni

El secretario de Transporte de la Nación, Franco Mogetta, hizo ante el Congreso declaraciones impactantes. La menos importante es que en Buenos Aires se podrá pagar el colectivo con cualquier tarjeta. La más importante es que elimina y reduce subsidios a los colectivos del Gran Buenos cuando todo el mundo esperaba lo contrario.

Pero hubo un tercer anuncio que será el más revolucionario de todos si se llega a concretar en todo su alcance. No hay ningún detalle. Pero Mogetta les dijo a los legisladores que la Nación va a habilitar a transportistas en el Gran Buenos Aires –a cargo de empresas o particulares- sin exigirles recorridos, horarios, precios, modalidades ni vehículos. La única obligación será anotarse en el Registro Único de Transporte Automotor y avisar qué es lo que van a hacer.

Insisto, no hay detalles. Pero los invito a imaginar. Si uno lo toma al pie de la letra, dos o tres socios podrían comprar un colectivo nuevo o usado y empezar a viajar de Barracas en Capital a Escobar en el conurbano (el recorrido del mítico 60) en los horarios pico, cobrando más o menos de la tarifa oficial, parando donde lo consideren mejor, y cubriéndose entre los tres días hábiles, fines de semana y vacaciones. Sin subsidios inflados, con lo que no podrán viajar al cuete y sin pasajeros como hicieron muchas transportistas reguladas, y sin choferes afiliados a la UTA que siempre se negó a racionalizar el sistema total a los déficits de todo el sistema los pagaban todos los argentinos, tanto los que no vivían en Gran Buenos Aires como los que no usaban jamás un bondi.

Primero, si lo van a hacer, es una declaración de guerra. Si esto prosperara, se termina la UTA en Buenos Aires. El convenio laboral intocable será para el museo, porque las empresas caras, sobredimensionadas y sin subsidios no van a poder competir con los tres socios, que van a ganar más pero jamás se afiliarán a la UTA, por la sencilla razón de que trasladarán a más clientes por kilómetro, por hora, por colectivo y por litro de gasoil.

Segundo: ¿se animarán los intendentes de Córdoba, Rosario, Mendoza, Tucumán, Neuquén a hacer algo parecido o seguirán perpetuando lo que hace ya décadas no funciona ni siquiera con los monumentales subsidios le dan? ¿Se animarán a meter los dedos en el enchufe para que la propia sociedad, empresas y clientes, encuentre la forma de llegar del punto A al punto B y en todo caso mejorarán un subsidio a las personas que lo necesiten para que con eso pagen el bondi, el auto, la combi o la moto que mejor les convenga? ¿O se asustarán del despiole inicial que habría al principio, de la quiebra de empresas que siempre vivieron del subsidio, de la reacción de sindicatos que jamás aceptaron un cambio ante la realidad de perderlo todo? No se pierdan los próximos capítulos si es que Milei decide ir a fondo con esto.