Parrilli acusó a Majul de ser un agente inorgánico

El senador del Frente de Todos, Oscar Parrilli, acusó al periodista Luis Majul de integrar una supuesta red de espionaje ilegal durante el gobierno de Mauricio Macri.

En una entrevista para ElDestape, Parrilli sostuvo: “Fue un sistema perverso de espionaje político, de persecución y difamación orquestado y armado sin duda por Macri con (Silvia) Majdalani, (Gustavo) Arribas, Marcos Peña, (Germán) Garavano, (Patricia) Bullrich y algunos jueces y fiscales”.

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"Hicieron tareas de inteligencia no sólo sobre nosotros y los opositores, sino sobre ellos mismos, en connivencia con periodistas que, más que periodistas, eran agentes de inteligencia no orgánicos, como D'Alessio", agregó.

En esa línea fue cuando el senador afirmó: "Majul formó parte del operativo, es un agente de inteligencia inorgánico porque cumplía las funciones de llevar adelante esa campaña; por ejemplo, lo que hizo con las escuchas telefónicas entre la ex Presidenta y yo fue parte de la difamación".

El ex titular de la AFI, dijo que le pidió a la Justicia que indague en los correos electrónicos de Majul para saber “quien le dio las escuchas” y apuntó: “Fue un muñequito, el que cometió el delito fue el que entregó la conversación que tendría que estar resguardada”.

Él no hacía periodismo, sino tareas de inteligencia

Según manifestó, el espionaje que se investiga en el gobierno de Macri “empezó en 2016” y despegó al kirchnerismo de este tipo de maniobras.

“En 2014 nosotros hicimos un proceso de reestructuración y limpieza interna”, defendió. "Este proceso de inteligencia en la democracia atravesó al radicalismo, al menemismo, a la Alianza, en parte a nosotros (al kirchnerismo). La única que tuvo la voluntad política de ponerle fin a esto fue Cristina Kirchner", explicó.

Luis Majul, centro de las acusaciones de Parrilli.

Comunicado de Adepa

La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) mostró su preocupación por “distintos hechos sucedidos en las últimas semanas, en los que figuras políticas han vuelto a elegir a medios y periodistas como sujetos de estigmatización en el discurso público. No nos referimos a la réplica o el debate frente a informaciones u opiniones, prácticas siempre bienvenidas en una sociedad democrática, sino a señalamientos personales que pueden conducir a la intimidación o la agresión".

En un comunicado advirtió que “la estigmatización y el escrache enrarecen la libertad de expresión”.

En este marco reiteró que “los llamados 'escraches' contra periodistas por parte de actores políticos o institucionales constituyen una peligrosa invitación a la violencia verbal y física”.

"Como esta entidad ha señalado de manera reiterada, la estigmatización y la persecución de periodistas por investigar al poder son incompatibles con el clima de respeto a la libertad de expresión que la democracia exige a todos los ciudadanos, y en particular a las figuras políticas. A nuestro juicio, los recientes videos que señalan a periodistas, posteados por la vicepresidenta de la Nación, no contribuyen en modo alguno a ese clima", planteó Adepa.