Maria y Michael Spressler son una feliz pareja que celebraban, como todos los años, su aniversario con una cena en un restaurante.

Mientras comían almejas descubrieron algo que los dejó perplejos. "Cuando lo recogí con el tenedor parecía un poco pesado, pero no pensé en nada", dijo el hombre a la señal de noticias local KYW-TV.

En su plato tenía una preciosa perla. "Comencé a comerlo y sentí algo duro en la boca. Creí que uno de mis dientes se había roto", contó Michael. La perla medía 8,8 milímetros y podría valer miles de dólares.

No obstante la pareja no sabe si la venderán o la conservarán para siempre en señal de su amor. " "Me gustaría tenerla incrustada en una bonita pieza de joyería, tal vez una sirena o algo náutico", dijo María y agregó: "Es un hermoso recuerdo de un día muy especial".

"Trabajo en el lugar hace unos 10 años y nunca escuché que alguien haya encontrado una perla en una de nuestras ostras o almejas", aseveró atónita Sarah Stadnica, empleada de Lobster House, el restaurante en el que ocurrió.