Gran parte de la historia comenzó en 2015 cuando el escritor argentino Hernán Casciari decidió irse de vacaciones con su esposa y alquilar una casa en la costa uruguaya. A través de la app Airbnb contactó a Javier Artigas Herrera y alquiló su casa.
Llegó a Uruguay, se encontró con el hombre quien le entregó las llaves y se despidieron como cada vez que usaba ese medio para contratar un hospedaje.
Sin embargo, todo cambiaría a las pocas horas de su llegada: su miocardio se quedó sin oxígeno. Javier y su esposa Alejandra lo subieron rápidamente al auto y lo llevaron al hospital más cercano. No sólo eso, sino que también lo acompañaron durante la cirugía por la que le colocaron un by pass.
Casciari tuvo que quedarse varios días internado. A las horas de salir de su cirugía, el escritor recibió un mensaje de Airbnb por el cual le consultaban cómo había pasado sus días en la casa de Javier. La reseña que escribió se hizo viral y llegó hasta las manos del propio cofundador de Airbnb, Joe Gebbia.
"Excelente vivienda para huéspedes sedentarios y con propensión al infarto de miocardio. La zona es preciosa y posee comunicación directa con los mejores hospitales de Montevideo. Los anfitriones se convierten al instante en ángeles de la guarda y te salvan la vida sin conocerte. Te llevan muy rápido al hospital, en su propio coche, mientras te estás muriendo y después se quedan en la sala de esperas hasta que los médicos te ponen el bypass. No permiten que caigas en la depresión ni que te sientas solo, te traen libros para que leas y además no te quieren cobrar los días que te quedás de más en su casa. Muy recomendable", fueron las palabras con las que Casciari describió su experiencia.
En ese momento, Javier y su esposa no se encontraban pasando un buen momento. Unos meses atrás, él había renunciado a la empresa multinacional en la que trabajaba porque le habían ofrecido un salario mejor en otro lugar. Cuando fue a hacerse los exámenes pre ocupacionales, le detectaron que tenía una enfermedad en uno de sus riñones.
En ese momento, se quedó sin ninguno de los dos trabajos y tuvo que empezar a someterse a tres diálisis por semana, con sesiones de cuatro horas cada una.
De un mal momento a una gran idea
En ese momento, se dio cuenta que por estar sujeto al aparato de diálisis, iba a tener que resignar vacaciones y viajes. Entonces, tuvo la idea de crear una plataforma que conecte a pacientes con centros de diálisis alrededor del mundo.
"Yo tuve más de 1.800 horas de sesiones de hemodiálisis que son tres veces a la semana. Entonces se me ocurrió la idea de crear una plataforma web en la que todos los pacientes pudiesen encontrar un centro en cualquier parte del mundo y que puedan continuar con su vida", dijo en Mesa de Café Javier.
En 2015, mientras luchaba con su enfermedad y trataba de subsistir con el alquiler del Airbnb, lanzó Connectus Medical.
"La idea era cambiar el paradigma del paciente hasta ese momento. Cuando comenzamos, sólo teníamos 14 centros y dos consultas por mes", contó.
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De una buena reseña a la oportunidad de su vida
En medio de esta situación, sucede el infarto de Hernán con una consecuencia impensada para ambos: el cofundador de Airbnb, Joe Gebbia, leyó la reseña y le envió un mail a Javier diciéndole que quería visitarlo.
"Hernán hace la reseña un 7 de diciembre de 2015 y tuvo que quedarse hasta el 12 en el hospital. A partir de ese momento, decidimos no alquilar más la casa porque estábamos agotados y decidimos irnos de vacaciones. El 31 de diciembre iniciamos el viaje y, antes de llegar a un peaje, me llega el mail de Joe diciéndome que quería conocerme. Le conté a mi esposa y le dije: 'Mirá si un billonario me va a escribir un 31 de diciembre'".
En ese momento, Javier decidió responderle cordialmente diciéndole que lo esperaba cuando él quisiera.
"Al segundo peaje me manda otro mail diciéndome que ya salía para Uruguay. Tuve que cancelar esas vacaciones y a las 6 am volver a Montevideo para esperar a este sujeto que no sabíamos quién era".
A las 10 de la mañana, el cofundador de Airbnb tocó la puerta de su casa. Estaba vestido de bermudas, remera y un sombrero de paja.
"Lo dejamos pasar y nos empieza a hacer preguntas raras como por ejemplo: qué grupo de sangre era yo y cuál era Hernán. Después nos dice si se puede quedar en casa".
Se quedó 10 días en el lugar y de a ratos convivió con la pareja. Un día, Gebbia le pide a Javier que le cuente cómo funcionaba Connecticus Medical porque él tenía interés en la iniciativa.
"A los dos días, se despierta y me dice: 'Mirá tu computadora que hay algo para vos'. Ahí teníamos un contrato y a él como el primer inversor de nuestro sueño. Fue algo sorprendente y maravilloso. Gracias a su apoyo ahora estamos en 150 países y tenemos más de 8 mil centros de hemodiálisis registrados", dijo.
Y agregó: "Siempre digo que todo esto terminó siendo una cadena de milagros. Yo intenté darle lo mejor a Hernán y él me dio esa reseña. Esta persona termina colaborando con Connectus Medical y nosotros le damos más calidad de vida a 156 mil pacientes en el mundo".
En Córdoba
Javier Artigas Herrera estará contando su historia este jueves en la Semana Tic, organizada por el Clúster Córdoba Tecnology y el gobierno de la Provincia. El evento -que comenzó el pasado lunes y culmina este viernes- es en el Hotel Quórum Pajas Blancas ( Avenida La Voz del Interior 7000).
Entrevista de Miguel Clariá.
