En medio de una cuarentena, que ya lleva más de 100 días, la salud mental de los más chicos comienza a preocupar a profesionales del rubro.
Según una encuesta de UNICEF hecha en abril, el 22,5% de los niños se definió como asustado, el 5,7% angustiado, el 6,3% deprimido, y el 13% indiferente.
En este contexto Paula López, psicoterapeuta gestáltica (MN: 3881), coordinadora del Centro Terapéutico Kaipacha y docente del posgrado en clínica Gestáltica de niños en la UNC, escribió una publicación en su Facebook que recibió reacciones de cientos de personas.
En la misma, López cuenta su experiencia de haber internado en una clínica psiquiátrica a tres niños en dos días y reclama la prohibición de las consultas presenciales para este tipo de casos.
“Estoy indignada, triste, preocupada, no puedo ir a atender a mis pacientes niños y adolescentes porque no se nos permite a los psicólogos independientes. Entre ayer y hoy pedí internación en clínica psiquiátrica para tres de ellos, desde las clínicas responden que están sobrepoblados”, comienza la publicación.
Y continúa: “La terapia online no es suficiente para estos niños...Nadie nos escucha, ni el colegio de psicólogos, ni el gobierno... De la enfermedad mental no se habla, como siempre silenciados, olvidados. Triste hasta las lágrimas…”
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En diálogo en Mesa de Café, la profesional se refirió a lo difícil que se torna el hecho de atender a niños a través de plataformas digitales.
“Hice el experimento de atender a una niña de seis años de esta forma. Mientras hablábamos, ella se escondía debajo de las sábanas. Entonces, empezamos a hacerlo a través de los padres. Los niños necesitan el vínculo y la mirada”, comentó.
López describió dos situaciones excepcionales en las que pudo atender a pacientes de forma presencial: una vez fue cuando una niña de 10 años fue abusada por sus padres y otra cuando tuvo que darle el alta a otra niña.
Son situaciones limitadas. Nosotros tuvimos que adaptar nuestras técnicas. Fueron meses de mucho trabajo porque tuvimos que capacitarnos y transmitir eso a los padres para que trabajen con los niños. Lo hacemos lo mejor que podemos.
Ella, como otros profesionales, trabajan en equipos interdisciplinarios y todos los profesionales destacan las consultas que se repiten porque los niños están tristes o con miedo.
Están con miedo a salir, a enfermar a los abuelos que son pilares para ellos y que no quieren ir a ver. Hay nenes que han regresado a los pañales, a la cama de los padres, a la mamadera.
"También chicos que no pueden comunicarse por la computadora, que han adquirido tics, que se están comiendo las uñas y que tienen insomnio”, describió.
Según sus estimaciones, hay un 40% de adolescentes que tienen síntomas como la depresión, la anhedonia, la abulia, el llanto sin causa, falta de concentración, entre otros.
Tienen miedo a la muerte y a la enfermedad. Se les ha transmitido que se tienen que cuidar para cuidar a los mayores.
"Ponemos una responsabilidad muy grande sobre los hombros de ellos que sienten que, si salen y se exponen, pueden contagiar a los mayores. No quieren ir a lo de su amigo porque vive con un abuelo”, indicó.
Al ser consultada sobre cómo suelen trabajar con los papás, López comentó que les pide que sólo le transmitan cuestiones básicas.
“Que le digan que esto es una gripe más, que se contagia como otra y que puede afectar a la gente mayor y por eso se cuidan para no contagiar a los abuelos", explicó.
Con eso es suficiente. El trauma nos afectó a todos y todos lo sentimos físicamente. No hace falta más que eso.
Finalmente, indicó que todavía no tienen habilitación legal para atender de forma presencial, sólo en situaciones de emergencia.
“En junio se nos empezó a responder que podemos ir a atender siguiendo el protocolo, pero no se habla de habilitación. Hay una confusión que tenemos ante el marco legal de continuar haciendo asistencia presencial. Cada uno gestiona el certificado para trasladarnos, pero qué sucede si tenemos contagios en el consultorio. Hay un marco legal en blanco”, culminó.
Entrevista de Miguel Clariá.
