La Cámara de Apelaciones en lo Civil de Mendoza ordenó a una joven estudiante de 20 años a pagar $100 mil por crear un "hilo" en Twitter para que otras usuarias denunciaran por abuso sexual a alumnos de diferentes colegios secundarios.
Cinco chicos de los que fueron mencionados en esas publicaciones acudieron a la Justicia e iniciaron una demanda en contra de la joven. Ninguno de ellos tiene ninguna denuncia por abuso sexual en la Justicia y dos de ellos son menores de edad.
"Cada uno de estos chicos me contactaron por su cuenta y yo los represento directamente. Estos hechos que se describen en el hilo son infundados. Ellos se han visto difamados. Uno de los chicos quedó incluido por ser homónimo de otro. Usaban nombres y tomaban fotos de las redes de los chicos", contó en Mesa de Café Bárbara Peñaloza, abogada de cinco de los chicos mencionados.
En diciembre de 2018, María Victoria Coria tenía 9.000 seguidores cuando abrió el "hilo" en el que invitó a denunciar a abusadores sexuales. Como alegaría luego en su defensa, logró generar “alto revuelo" motivada por la denuncia por violación que días antes había hecho pública Thelma Fardín contra Juan Darthés.
En una primera instancia, el caso fue caratulado como "acción preventiva de daños" una reciente figura incorporada en el Código Procesal Civil, Comercial y Tributario de Argentina.
María Victoria Coria, al recibir la notificación del juicio, eliminó el "hilo" y se presentó ante la Justicia. De esta manera, el juicio fue declarado como "abstracto".
"Esto sucede cuando una causa externa provoca que el objeto de litigio desaparezca antes de la sentencia", contó Peñaloza.
Junto a la declaración de una causa "abstracta, el juez también ordenó que cada parte debía pagar por sus abogados y que Bárbara Peñaloza, la abogada de los cinco chicos, debía realizar "periódicos informes" sobre sus clientes durante un año.
"En este contexto, fuimos a una segunda instancia. Teniendo en cuenta la inmediatez con la que funciona una red social, el pedido de informes durante un año es demasiado extenso. Además, yo no soy psicóloga. Por último, impusieron costas en el orden causado", detalló Peñaloza.
En una segunda instancia, los camaristas Gustavo Colotto, Sebastián Márquez y Claudia Ambrosini dictaron un nuevo fallo que si bien confirma que el asunto de la causa debe ser considerado “abstracto” porque la chica terminó borrando los tuits, establece que los honorarios de las abogadas intervinientes, tanto de la querella como de la defensa, deben correr por cuenta de Victoria. De ahí surgen los $ 100.000.
"Insistimos que la forma de frenar el daño provocado es a retractación pública. Los camaristas estiman que eso no es procedente pero sí la apelación de la medida de proyección y condenación de costas. Mis defendidos no perseguían un pago, sino que sean eliminados de la lista", afirmó la abogada especialista en Derecho Informático.
Finalmente, Peñaloza hizo referencia a la necesidad que los jueces "sean conscientes" del daño que puede hacer un tuit.
"La idea es que el daño que ya se produjo no se agrave. Lo que se busca en este entorno digital es eso pero el problema es que la sentencia sea efectiva y que llegue en un tiempo razonable. En cuestión de segundos la información traspasa fronteras y, en este caso, además de eliminar la publicación pedimos una retractación pública. Esa era una forma de prevenir y evitar que el daño se siguiera agravando".
Entrevista de Miguel Clariá.
