Con más de 100 días de cuarentena transcurridos, las primeras consecuencias -sobre todo a nivel psicológico- son fácilmente palpables en una sociedad que permanece asustada, depresiva y ansiosa.
Jorge Biglieri, decano de Psicología de la UBA, dialogó en Mesa de Café y señaló la importancia del cuidado individual para hacer frente a esto.
Hay que llevar adelante políticas activas psicoeducativas. Enseñarles a los ciudadanos a cómo cuidarse mejor, desde el punto de vista del coronavirus y de la salud mental.
"Este aprender a cuidarse mejor siempre es una conducta prosocial. Si aprendo a cuidarme, voy a cuidar a los demás. Si sé eso, voy a tener mejor relación con los otros. Cuando esto no se hace y solo se plantea: ‘nosotros vamos a ocuparnos, quédense adentro’ y no se hace nada para la salud mental, lo que se hace es decir bueno usted se queda encerrado y no se va a contagiar”, dijo.
Para el especialista, este panorama se aleja del ideal cuando se considera a la salud de forma integral, teniendo en cuenta la mental.
“Si entiendo a la salud mental solo como biomédica y no con su faceta psicológica, no tomo en cuenta el efecto que genera en la población. Además, es una concepción que tiene que ver con un modo de entender la política", comentó.
Si el Gobierno toma la decisión de cuidar de alguna manera debería enseñar a cada uno cómo cuidarse. De la mano del ‘yo te cuido’ viene el ‘yo decido'.
Si bien Biglieri no discute la importancia de la cuarentena, plantea la discusión sobre qué tipo de aislamiento se toma de acuerdo a cada tipo de población.
“No es lo mismo población de riesgo con problemas socioeconómicos, personas con patologías o adultos mayores. Entonces, después de 110 días de aislamiento social, va siendo necesario tomar políticas más segmentadas y focalizadas. Ese es el planteo”, indicó.
Desde la UBA, vienen realizando relevamientos periódicos sobre cómo está la salud mental de las personas en la cuarentena y los mismos muestran un crecimiento de patologías negativas.
Los síntomas tienen que ver con angustia y depresión. Además, muchas personas no están siendo atendidas como corresponde.
"Hay población de riesgo que no accede a la modalidad remota y deberían tener una atención psicológica presencial”, afirmó.
Biglieri destacó el esfuerzo que hace el Gobierno para auxiliar a todas las personas que están pasando un mal momento económico, pero señaló que eso “no resuelve el problema”.
“Todo aquel que perdió su proyecto de vida como restaurantes que cierran, personas que tienen que cerrar pequeños comercios, quienes tienen incertidumbre porque no tienen ahorros, necesitan atención", expresó.
El subsidio no resuelve el problema de esa persona, de su autoestima que se construía con la posibilidad de ir y ganar su dinero. Si nosotros al salir de la cuarentena tenemos una población afectada en la salud mental, la posibilidad de recuperación económica se va a complicar.
Y agregó: "Si tenemos una población deprimida, no se podrá integrar al mercado. Va a haber que darle asistencia. Estamos en una situación compleja”.
A esta situación, se le suman las noticias que hacen que las personas -sobre todo los mayores- tengan temor de salir a la calle.
Hay una situación de miedo y hay un tipo de mensaje que se transmite que genera más incertidumbre y miedo.
"En el caso español, que fueron relajando la cuarentena, los más jóvenes se fueron a la playa, pero los adultos presentaron mayores fobias y no quieren salir. No salen ni siquiera para recibir atención médica. El abandono de los tratamientos es otro tema”, afirmó.
En relación a las discusiones entre los diferentes partidos políticos sobre las decisiones a tomar, el decano remarcó la importancia de no reducir la situación “a una pelea de grupos”.
Hay una utilización política de la situación cuando se ideologiza y se plantea eso. Perdemos de vista el verdadero problema de por qué no se toman las decisiones para resolver las cuestiones de fondo. Todo reducido a una pelea de grupos, a blanco o negro y esa no es la discusión.
"Lo que tenemos que hacer es ir más bien al centro y ser objetivos. Tener pensamiento científico y plural, caracterizar a los grupos y tomar decisiones para el futuro. Porque la pandemia va a pasar y deberíamos prepararnos para lo que va a venir”, culminó.
Entrevista de Miguel Clariá.
