De acuerdo a datos del Área de Epidemiología del Ministerio de Salud de Córdoba, la tasa de infectados con VIH continúa creciendo en curva ascendente, a razón de 12 nuevos casos por cada 100 mil habitantes, y se incrementó en personas con formación.
Entre 2017 y 2018, el 56,1% de los nuevos diagnósticos correspondieron a personas que tenían el secundario completo o más, mientras que en 2015-2016 era del 53,7%.
Ante este escenario, Diosnel Bouchet, jefe del programa provincial de VIH/sida y ETS, explicó a Miguel Clariá que este fenómeno tiene que ver con una “escasa autopercepción del riesgo” que se manifiesta en un abandono de los hábitos de prevención.
“Esto afecta a todos independientemente del nivel sociocultural. La información no siempre es formación y la formación secundaria o universitaria se traduce en una conducta saludable y de ahí se produce esto de internalizar la educación sexual desde los primeros momentos de la vida”, advirtió el especialista.
Bouchet destacó que desde el Ministerio de Salud de la provincia se inició un programa provincial para pensar permanente estrategias y abordar este problema con testeos en hospitales y campañas.
“En el último año se hizo un circuito de laboratorios que va por barrios, plazas, eventos culturales y deportivos. En 20 minutos las personas tienen un test de calidad con confidencialidad y previo a eso se hace un asesoramiento y una encuesta donde surgen datos como el uso del preservativo”, apuntó.
“Allí surgen datos como esto que si sumamos el porcentaje que dice que lo usa 'nunca o a veces' al preservativo, es un alto porcentaje que está expuesto al VIH, a otras enfermedades de transmisión sexual o a embarazos no deseados”, remarcó.
En estos testeos masivos, se comprobó que el 41% de la población evaluada tenía estudios universitarios o terciarios y que al menos el 31% había finalizado ese nivel de formación.
La sífilis es otra de las enfermedades de transmisión sexual que se han incrementado, por lo que Bouchet reiteró que “el preservativo es el método para prevenir enfermedades y embarazos”.
“Hay una pérdida de la autopercepción del riesgo y en realidad toda persona que tiene un contacto desprotegido hoy amerita que se acerque y se asesore”, alertó.
“Los diagnósticos los tenemos en todas la franjas etarias. El boletín epidemiológico nacional destaca adolescentes de 15 a 19 años –hombres que tienen sexo con hombres- y mujeres en etapa de menopausia entre 45 y 55 años o más”, precisó.
En este último caso, dijo que son “mujeres con una nueva experiencia que no han tenido acceso a todos los puntos que abarca la Educación Sexual Integral”.
“Internalizar un hábito de salud es un proceso continuo que tiene que ser desde las primeras etapas de la vida. El preservativo es algo que se anexa a la vida sexual y tiene el peso que dicen que resta sensibilidad y placer cuando es todo lo contrario”, concluyó.
No obstante, ante lo alarmante de los nuevos casos el infectólogo reconoció que el Estado trabaja en está acercar el diagnóstico, notificarlo correctamente y obtener así datos de calidad.
Entrevista de Miguel Clariá.
