Elogio republicano

Con ánimo crítico, Julio De Vido ha formulado el mayor elogio republicano al gobierno de Alberto Fernández: ¨es increíble que teniendo un presidente del mismo signo político, nuestro vicepresidente Amado Boudou esté preso; como mínimo debería estar con prisión domiciliaria, junto a sus hijos”, dijo en un reportaje en el que también alegó ser un preso político.

De Vido está transparentando sin pudor lo que ha sido normalizado a través de los años: que los gobiernos de cualquier signo deben beneficiar a sus militantes que hayan delinquido.

Es una naturalización abominable: no es reclamar la libertad de perseguidos por sus ideas, su raza, su religión o preferencias sexuales como ocurre en regímenes totalitarios de derecha o izquierda, sino exigir al poder político que sustituya a la justicia. La perversa interpretación de que el triunfo electoral concede impunidad judicial

Boudou cumple una condena efectiva de 6 años por cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública en la compra de la calcográfica Ciccone. Y todavía le queda otra causa por falsificación de documentos de un auto para evitar el reclamo de su ex esposa.

El presidente intentó navegar por la cornisa: en Argentina no hay presos politicos, hay detenidos arbitrarios, argumentó. Pero no le fue bien con esa decisión, ahora fue Hebe de Bonafini quien dobló la apuesta y le exigió la libertad de Boudou: "elija de que lado está, lo emplazo, si del poder judicial corrupto o de los presos políticos. Con ellos o con nosotros".

De Vido, sin proponérselo, destacó el compromiso republicano del presidente, Bonafini le exige, sin vueltas, que tire ese compromiso democrático a la basura cuanto antes. La decisión será inexorablemente del presidente Fernández y no será sencilla.