Martín Ochoteco, el domador de terciopelo que vive por los caballos (Viva la Radio)

La magia del corral

Ochoteco, el domador de terciopelo que vive por los caballos

27/02/2020 | 17:12 | De visita en Cadena 3, el reconocido adiestrador dijo que cada animal es "un individuo" y les enseña sin pegar. Distinguió que lo que se hace en Jesús María es "jineteada". El fin de semana, dará un curso en Mendiolaza.  

Audios

Martín Ochoteco, el domador de terciopelo que vive por los caballos (Viva la Radio)

El domador de caballos Martín Ochoteco, cultor de un método de adiestramiento personal que se basa en el buen trato, dijo este jueves que cada animal es "un individuo" y reveló que se manera de relacionarse con ellos es a través de la confianza y del tiempo compartido.

De visita en el estudio mayor de Cadena 3, Ochotecho, que se hizo conocido mundialmente por un programa televisivo que se emitió por canal NatGeo, remarcó la importancia de comunicarse con los equinos a través de los gestos y de un paradigma que no se basa en los golpes ni el sometimiento.

"Me meto al corral y ahí veo cómo resuelvo el tema. Es muy importante la confianza que le tenga a uno el caballo. La primera impresión es la que cuenta. Hay que llegar de una manera en que uno le caiga bien al animal, sin meterle miedo ni presión", reveló.

El próximo fin de semana, Ochoteco dictará un curso de doma en San Alfonso del Talar, en Mendiolaza, sobre el manejo etológico del caballo, es decir, en base a la conducta del animal.

Sobre el curso, el adiestrador explicó: "Consiste en entender al caballo, su comportamiento, su psicología, su lenguaje corporal".

En ese marco, destacó: "Nosotros tenemos un idioma de palabras y ellos tienen un idioma de gestos. El domador tradicional pretende que el animal le entienda con una forma de explicar confusa y, si no, se enoja y le pega. Yo no le pego. En el curso, les voy a enseñar qué hay que hacer para que el caballo nos comprenda".

A la luz de este concepto, señaló que lo que la gente ve en Jesús María "no es doma, sino jineteada". "Se trata de una pelea corta, de 14 segundos, para ver si el jinete aguanta. Pero la doma es agarrar un caballo, enseñarle a galopar, a doblar, a frenar, a recular, a tirar el lazo, a jugar al polo, a saltar", precisó.

"Eso puede ser hecho sin paciencia, violentamente. De ese manera, hay mucho descarte de caballos, porque se rompen o terminan tan asustados que no se los puede andar. Algunos doman de esa manera: sometiendo. Pero nunca le sacarás el mejor potencial", agregó.

"La otra forma es domarlos por las buenas, sin someterlos, que sea progresivo, no llevarlos a un agotamiento muscular nunca. En la otra doma (la violenta), se abre un lote de tierra arada y es darle hasta que no da más. Es como nosotros cuando hace mucho que no hacemos actividad física y salimos a correr de la nada 15 kilómetros: te dolerá todo", prosiguió.

"En cambio, yo hago una doma en la que estoy bastante con el caballo. En el campo, al corral lo tengo en la ventana del cuarto. Antes, cuando domaba de campo en campo, me llevaba la hamaca paraguaya a los corrales", reveló.

"El caballo, por las buenas y entendiendo qué hacer en cada momento, tiene una capacidad de aprendizaje enorme. Le gusta que le enseñen siempre que sea de buena manera. Yo lo acaricio, le hablo y estoy con él. Si estoy en el campo y voy a tomar mates , me voy al corral con el caballo.Si tengo que coser una rienda, al corral. Si hay lugar para colgar la hamaca paraguaya, al corral. Estoy mucho tiempo acompañando al caballo sin pedirle nada", concluyó.

/Inicio Código Embebido//Fin Código Embebido/

Entrevista de "Viva la Radio".