"La Navidad propone un proyecto de fraternidad frente a la violencia"

La Navidad no es solo una fecha del calendario ni una celebración reservada a quienes profesan la fe cristiana. Para el padre Daniel Siñeriz, entrevistado en Viva la Radio por Cadena 3 Rosario, se trata, ante todo, de un proyecto de humanidad.

Un proyecto que interpela tanto a creyentes como a no creyentes y que propone una alternativa clara frente a la violencia, la desigualdad y los intereses que hoy dominan gran parte de la escena global.

“El proyecto que Jesús vino a traer es un proyecto de fraternidad universal”, sostuvo el sacerdote, en sintonía con el mensaje del papa Francisco expresado en la encíclica Fratelli Tutti. Según explicó, aun prescindiendo de la fe religiosa, la amistad social y la fraternidad resultan condiciones indispensables para una convivencia pacífica. “Si no tenemos fe, igual la amistad social es una exigencia para poder convivir sanamente”, remarcó.

En ese marco, Siñeriz contrapuso el sentido de la Navidad con lo que denominó “anti-proyectos” de la humanidad actual. Al referirse al anuncio de armamentos cada vez más letales a nivel mundial, fue contundente: “¿Ese es un proyecto de humanidad? ¿Un ser humano que tiene poder para destruir?”. Frente a esa lógica de soberbia y dominación, el sacerdote propuso la imagen central de la Navidad: “Un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Nada más simple y nada más humilde. Sin embargo, en ese niño está el proyecto de una humanidad fraterna”.

Consultado sobre la realidad de Rosario, ciudad en la que desarrolla gran parte de su labor pastoral, el padre Siñeriz describió un escenario con luces y sombras. Señaló que, en comparación con meses anteriores, percibe un clima algo más esperanzador y de mayor tranquilidad, aunque reconoció que persisten hechos de violencia.

Sin embargo, expresó una preocupación de fondo: el descenso de la natalidad frente al aumento de las muertes en los últimos años. “Tenemos un problema de muerte”, advirtió, aclarando que se trata de un fenómeno más amplio, del cual Rosario no es ajena.

Desde esa mirada, volvió a enlazar la problemática social con el mensaje navideño. “La Navidad nos dice que la vida es un don”, afirmó. Para Siñeriz, incluso la tradición de los regalos encierra una enseñanza profunda: la vida ha sido recibida gratuitamente y, por lo tanto, no puede guardarse, negociarse ni desperdiciarse. “Hemos recibido la vida para dar vida. Lo recibido tiene que ser compartido”, insistió, cuestionando la idea de ser “dueños absolutos” de la propia existencia.

Así, el mensaje del padre Daniel Siñeriz dejó una definición que atraviesa toda su reflexión: la Navidad no es solo memoria de un nacimiento, sino una oportunidad de renacer como sociedad, reconstruir lazos y apostar, una vez más, por la vida compartida y la fraternidad.

Entrevista de Lucas Correa y Cecilia Moro.