Furor por Halloween en Rosario: "Antes era cosa de chicos, hoy hay gente grande"

Rosario vive por estos días una verdadera “Halloween manía”. En la tarde del viernes, a pocas horas de las celebraciones, los cotillones del centro se vieron colmados de clientes que buscaban disfraces, máscaras y pintura facial para la noche más tenebrosa del año.

Desde la colorida y repleta de cotillones calle San Luis, el móvil de Cadena 3 Rosario corroboraba el fenómeno en el centro de la ciudad, con filas de gente y mucho más movimiento zonal que en un viernes normal. En la vereda del local, la postal era clara: familias enteras, adolescentes y grupos de amigos ultimando detalles para fiestas temáticas. “Estamos comprando pintura para la cara de un amigo, se quiere hacer una calavera de payaso”, contó una joven mientras esperaba su turno.

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Otros, en cambio, optaron por algo más clásico: “Vine por un disfraz de vampiro, tenemos una fiesta en la Fortaleza”, explicó un cliente.

Dentro del comercio, una maquilladora atendía sin descanso. “Ahora le estoy haciendo una herida a una nena que tiene fiesta mañana. Lo que más piden son calaveras mexicanas y telas de araña. Lo bueno es que el maquillaje sale con agua y jabón, así que los padres se van tranquilos”, comentó. Entre las risas y los disfraces improvisados, también se veía la emoción de los más pequeños que, incluso desde la mañana, habían ido a la escuela disfrazados. 

De fiesta en fiesta

Lo que más sorprendió a la cronista fue la cantidad de adultos en las filas. “Antes Halloween era cosa de chicos, pero este año se nota otra cosa. Hay mucha gente grande comprando para ellos, preparando salidas o fiestas”, describió.

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Una pareja salía del cotillón con sombreros de cowboy y varitas mágicas en la mano: “Nos disfrazamos con los chicos, vamos todos juntos”, contaron entre risas. Más atrás, dos jóvenes mostraban sus compras: “Tenemos unas esposas, unos collarcitos tumberos y tatuajes. Vamos a una fiesta mañana. Es obligatorio ir disfrazado”, aseguraron.

Aunque todavía genera debate, el crecimiento de Halloween en Rosario ya es un hecho. Las vidrieras se tiñen de negro y naranja, los cotillones hacen su agosto en octubre y las redes se llenan de fotos con sangre falsa, capas y colmillos.

“Nos han ganado”, bromeó el conductor desde el estudio, mientras la movilera confirmaba lo que se veía en la calle: Halloween ya forma parte de las costumbres locales, y no distingue edades.

Informe de Agostina Meneghetti.