Compras de último momento impulsan tímido comercio navideño: "Se vende algo más"

A pocos días de la Navidad, el centro de Rosario vive jornadas de intenso movimiento comercial. Filas en los locales, bolsas en las manos y veredas repletas de personas reflejan una postal que se repite cada diciembre y este especialmente: muchos dejaron las compras para último momento y aprovecharon los días previos a las fiestas para salir a buscar los regalos.

Durante una recorrida la zona céntrica, vecinos y vecinas coincidieron ante el móvil de Cadena 3 Rosario en que el trabajo y las obligaciones diarias los llevaron a postergar las compras. “Es el único día que pude venir”, comentó una mujer que se acercó al centro especialmente para buscar regalos para sus hijas.

/Inicio Código Embebido/

Otros admitieron entre risas que “nos acordamos todos sobre el final” y salieron a “mirar un poco de todo”, desde obsequios para chicos hasta artículos para adultos.

Las filas en los comercios fueron una constante, aunque el clima general se mantuvo tranquilo. Algunos optaron por no detenerse a hablar, apurados porque la cola avanzaba, mientras que otros se tomaron el momento con buen humor. “Vine a resolver todo hoy y listo”, dijo una mujer que compró regalos para sus hijos, su nieto y hasta para su perro. “Ya está, no vuelvo más”, celebró, aliviada por haber terminado con la tarea.

Además de los locales tradicionales, los vendedores ambulantes también aprovecharon el aluvión de gente. Los puestos de papeles de regalo se multiplicaron en las esquinas más transitadas, con precios que rondan los 2.000 pesos por unidad o promociones de tres por 5.000. “Se está vendiendo más ahora, estos días”, reconoció un vendedor, que destacó que la mayor demanda es variada y sin preferencias marcadas.

/Inicio Código Embebido/

Otra tendencia que se hizo visible fue la búsqueda de alternativas a la pirotecnia sonora. En varios puestos se ofrecían estrellitas y chasquibunes, opciones más seguras y silenciosas. Los precios, accesibles, arrancaban en promociones de tres paquetes por 2.000 pesos. “Arrancó ahora el movimiento”, explicó una vendedora, confirmando que el mayor flujo de compradores se concentró en las últimas jornadas.

El calor, como cada año, también fue protagonista. Entre el cansancio, la transpiración y la multitud, muchos coincidieron en que salir a comprar cerca de la fecha requiere paciencia y buena predisposición. “Hay que tomárselo con calma, como viene”, resumió una vecina, mientras envolvía un regalo recién comprado.

Con colectivos llenos, calles congestionadas y comercios a pleno, el centro rosarino muestra que, una vez más, la cuenta regresiva hacia la Navidad acelera el ritmo urbano. Y aunque muchos prometen no dejar todo para último momento, la escena se repite: a días de las fiestas, la ciudad entera sale a comprar.

Informe de Agostina Meneghetti.