Un cuarto de los niños no alcanza los saberes básicos al terminar la primaria

En el marco del proyecto de Ley de Libertad Educativa presentado por el Gobierno nacional, que propone una reconfiguración profunda del sistema escolar argentino, nuevos datos vuelven a poner en foco la situación de la educación básica en el país. Según cifras oficiales, uno de cada cuatro chicos no accede plenamente a los aprendizajes fundamentales al finalizar la primaria.

La iniciativa oficial plantea modificaciones estructurales en la organización educativa vigente desde 2006, con ejes como la habilitación de la educación en el hogar, una mayor autonomía de las escuelas, cambios en el financiamiento y un rol distinto del Estado nacional, que dejaría de definir de manera centralizada los contenidos para concentrarse en la evaluación, la producción de información y la publicación de resultados. En este nuevo esquema, las provincias y las instituciones educativas asumirían mayores responsabilidades en la gestión y en la forma de enseñanza.

En ese contexto, cobra relevancia el indicador de pobreza educativa, desarrollado por organismos internacionales como el Banco Mundial y la UNESCO, que mide tanto la asistencia escolar como la adquisición de aprendizajes básicos. En términos concretos, evalúa el porcentaje de chicos de 11 años que cursan sexto grado y no pueden leer ni comprender un texto simple, ya sea porque no están escolarizados o porque, aun asistiendo a la escuela, no logran esos conocimientos esenciales.

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De acuerdo con un informe de Edulab, el laboratorio de educación de la consultora IDESA, la pobreza educativa alcanzó en 2022 el 25,9% a nivel nacional. Esto implica que uno de cada cuatro alumnos que debería estar concluyendo la primaria no logra ese piso mínimo de comprensión lectora.

El relevamiento también muestra fuertes desigualdades entre provincias. Mientras la Ciudad Autónoma de Buenos Aires registra un 14% de pobreza educativa y Córdoba un 19,5%, otras jurisdicciones presentan valores considerablemente más altos, como Chaco, con 38,3%, y Santiago del Estero, con 35,8%. La brecha también se profundiza según el nivel socioeconómico: en los hogares más pobres, el déficit alcanza cerca del 38%, frente a un 11% en los sectores de mayores ingresos.

Desde Edulab aclararon en Cadena 3 que el diagnóstico no anticipa los efectos que pueda tener la Ley de Libertad Educativa, pero sí describe el escenario de partida sobre el cual deberán actuar las provincias y las escuelas. Además, advierten que estas dificultades en la primaria impactan luego en el nivel secundario, con mayores niveles de repitencia y abandono, y plantean el desafío de fortalecer la formación del capital humano en un contexto de cambios estructurales del sistema educativo.

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Virginia Giordano, directora ejecutiva de Edulab, explicó que la pobreza educativa combina dos factores: "Cuántos chicos están fuera del sistema y cuántos, aún estando dentro de la escuela, terminan la primaria sin poder comprender un texto simple".

Giordano destacó que "hay provincias con baja escolaridad y otras donde el problema es el bajo aprendizaje". Además, la brecha por nivel socioeconómico es alarmante, con un déficit del 38% en los hogares más pobres frente a un 11% en los sectores más privilegiados.

Informe de Guillermo López.