Seis crudas historias acerca del éxodo venezolano
Seis crudas historias acerca del éxodo venezolano

Una mañana para todos

Seis crudas historias acerca del éxodo venezolano

27/07/2019 | 12:09 |

Patricia Arbelaes, Consuelo Gómez, Muhamed Hernández, Geraldine Prato, Deisy Lobo y Aryosca Escobar Sepúlveda visitaron Cadena 3 y contaron cómo dejaron su país y se instalaron en Córdoba.

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El éxodo venezolano ya llevó a que más de 4 millones de personas se vieran obligados a dejar su país y emprender la cruda odisea de rearmar su vida muy lejos de casa.

Más de 130 mil eligieron la Argentina como su destino final, y muchos de ellos encontraron en Córdoba y sus vecinos un lugar amigable para empezar de nuevo.

Cadena 3 invitó a Una mañana para todos a seis personas que llegaron desde Venezuela y se instalaron en la capital cordobesa.

Algunos de ellos lo hicieron hace cinco años, otros apenas tan sólo unos meses atrás. La mayoría llegó solo, porque no tenían el dinero para solventar los trámites de salida de los demás integrantes de la familia. Casi todos traen un título universitario bajo el brazo y algunos años de experiencia laboral.

Todos coinciden en que quien emigra no lo hace porque quiere, si no porque no le queda otra opción. Lo hacne por necesidad, no por gusto. El que llega a Argentina, agradece pero también se ilusiona con alguna vez poder volver.

"Pienso en volver porque tengo una historia en Venezuela. Argentina me ha brindado la posibilidad de crecer, de vivir, de respirar pero también pienso en los niños que están por nacer allá y que van a necesitar de una Patria a donde pertenecer. Quiero volver. Quiero volver para mostrar todo lo que aprendí en Argentina que siempre va a ser para mí una segunda Nación. Pero Venezuela me espera para poder trabajar por ella", dijo en los estudios de Cadena 3 Deisy Lobo. Ella llegó a Córdoba hace 5 años y es presidenta de la Asociación de Venezolanos en Córdoba.

Daisy vino a la Argentina por primera vez en 2011 de viaje y "le gustó mucho". En 2014, a su pareja le ofrecieron un trabajo en la ciudad y se vinieron junto a su hijo de un año y medio.

"Se nos había dificultado todo: comprar leche, pañales y carne y entonces se nos presentó la oportunidad y aprovechamos. Lastimosamente llegamos acá y él se quedó sin trabajo pero nos quedamos", contó Daisy quien además participa activamente en Sin Mordaza, una organización que hace diferentes manifestaciones musicales y artísticas en contra del gobierno de Nicolás Maduro.

A pesar de los trámites que tuvo que hacer y de tener que comprar su pasaje desde Argentina, Daisy pudo salir de su país sin muchos problemas. Sin embargo, esta no es la realidad de todos los venezolanos que deciden emigrar.

Las dificultades para salir 

Aryosca Escobar Sepúlveda tiene 57 años y se recibió de arquitecta en la Universidad Central de Venezuela. En su caso, ella se resistió desde un principio a emigrar porque estaba trabajando. Tiene amplia experiencia en proyectos arquitectónicos y hasta llegó a trabajar en una empresa que hacía obras para el Estado.

Sin embargo, tuvo que ver que toda su familia se desintegrara a causa de la falta de oportunidades: sus cinco hijos se fueron del país, desde la más pequeña de 15 años hasta el más grande.

"Estaba trabajando bien pero fui asediada y acosada por pensar diferente. Sin embargo, yo decía: 'No me voy'", expresó.

Todo cambió cuando una colega suya, quien había trabajado más de 15 años en la empresa, fue echada y sólo le pagaron 150 mil bolívares, lo que equivale a 4 cartones de huevos.

"Ahí pensé: qué me van a dar a mí que hace sólo cinco años que estoy trabajando. Entonces me refugié ayudando a los niños en comunidades y con mi sueldo les compraba comida. Les cocinaba sopas, subía las ollas a mi auto y las llevaba al hospital. Llegó un momento que no tenía ni para arreglarlo y me empecé a encerrar en mi casa".

Cuando le preguntan sobre cómo logró dejar su tierra, se emociona y por momentos no le salen las palabras. "Pasé por trocha para salir de Venezuela y tardamos un tiempo. Salí ilegal, por tierra y polvo. Cuando llegamos a la frontera de Brasil, nos recibieron muy bien. Hasta el trato de los militares fue muy bonito".

"Trochas" son pasos ilegales por los que los venezolanos deben pasar para poder salir de su país y en los que el peaje puede costar cientos de dólares.

Patricia Arbelaes es periodista desde hace ocho años e hizo cuatro de radio. Para ella, más allá que su salida fue en un vuelo de avión y sólo le llevó algunas horas de trámites, "todos los venezolanos escapan".

"A todos nos ha tocado porque todos tuvimos algún problema. A mí no me tocó cruzar caminando porque fui muy privilegiada pero todos escapamos de no tener la posibilidad de ir a un supermercado y comprar tranquilos, de no poder comprar carne y verduras cuando necesitemos. Uno escapa de eso".

Geraldine Prato y Consuelo Gómez llevan sólo algunos meses en Córdoba. También llegaron solas y su salida también fue vía aérea. Si bien estuvieron presentes a lo largo de la entrevista, prefirieron no dar muchos detalles.

El recibimiento en Argentina

Muhamed Hernández es médico y llegó a Córdoba solo. Para él, la calidez de los cordobeses fue una de las mejores bienvenidas.

"Me arevo a decir que venir a Córdoba fue una experiencia maravillosa. El cordobés se parece mucho al venezolano. Es jocoso, alegre y en cierto sentido educado. Gracias a Dios no me topé con agresión en las calles. Me hacen sentir en casa", expresó Muhamed quien consiguió trabajo de su profesión.

"Creo que los venezolanos, al igual que todos los extranjeros que migran, pueden llegar a concebir el hecho de no ejercer la profesión que uno tiene al principio. Hay rivalidades y competencias pero como en todas partes", contó.

Los primeros venezolanos que llegaron a Argentina, armaron grupos para poder reunirse y crear una comunidad en la ciudad que los recibió con los brazos abiertos.

Lo primero que hicieron fue crear su propia página en Facebook Venezolanos En Córdoba Argentina -que ya tiene más de seis mil "Me gusta"- a donde publican las novedades de los trámites que deben hacer al llegar al país, ofertas de trabajo, entre otras cosas.

"Nos manejamos con un Concejo de Profesionales a donde nos llegan pedidos específicos de gente que quiere contratar a profesionales venezolanos. Tenemos censos de oficios de carpinteros, herreros y albañiles. Los ayudamos a insertarse", explicó Daisy.

Línea 149

Luego de un informe elaborado por la Alta Comisionada de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, se instaló una línea telefónica especial para que venezolanos residiendo en Argentina pudieran hacer denuncias por violación de los derechos humanos en su país.

"Desde el lunes funciona el operativo en el Centro de Migrantes y Refugiados. Ya se han recibido testimonios y denuncias al 149. Hay muchas consultas para saber cómo se hace, sobre todo de gente que tiene miedo y pregunta por la confidencialidad", comentó a Cadena 3 Martín Casares, Jefe de Gabinete del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.

Un técnico especializado y una psicóloga son los que toman las declaraciones "en confidencialidad".

"Tenemos instructivos y formularios para que la toma de estos testimonios cumplan con los estándares internacionales de organismos que tratan estos temas como la Corte Penal Internacional", agregó.

El locro y la gente

Como cada persona que emigra, hay costumbres que son más fáciles de adoptar que otras. Los seis entrevistados no dudaron en destacar la comida argentina y admitir que conocían quién era Carlos "La Mona" Jiménez.

"La gente y la comida es lo que más me gusta de Córdoba. El locro me encanta y estoy casi segura que lo hago mejor que un cordobés", dijo bromeando Daisy quien ya se siente una argentina más.

"La ciudad, la gente y las facturas", agregó Muhamed.

"A mí me gusta todo y bendigo a la Argentina por ser la cuna de nosotros", expresó Aryosca sin poder ocultar su emoción.

Entrevista de Una mañana para todos.