Ruaj, un proyecto que tacklea todos los prejuicios en Bouwer

El proyecto Ruaj, que se lleva adelante en la cárcel de Bouwer, se enorgullece de ser un ejemplo de reinserción personal y laboral, ya que a través de un equipo de rugby han conseguido mejorar la vida de varios presos que mejoraron su disciplina y consiguieron trabajo luego de involucrarse en el mismo.

Marcelo Ruiz, que jugó diez años en Tala y es uno de los encargados de Ruaj, contó en Cadena 3 que la reincidencia de los reclusos suele ser del 70%, pero para quienes participan del equipo de rugby baja al 5%.

"Yo sé que en la sociedad hay muchos prejuicios, pero tenemos que entender... Se dice muchas veces que esto funciona como una segunda oportunidad, pero para muchos chicos es la primera", graficó.

"De los diez chicos que tenemos en libertad, ocho están trabajando en empresas de Córdoba. Necesitamos que las empresas quiebren el prejuicio", pidió.

"Elegimos el rugby por los valores y la disciplina, que es algo que necesitan mucho los chicos, porque no se le discute al árbitro y solamente habla el capitán", agregó.

Uno de los presos que participa del proyecto es Sergio Carranza, que cumplió cuatro condenas, pero desde que juega de wing en Ruaj asegura que adoptó "valores y amistades" que había perdido o nunca tuvo, según él.

"A pesar de que es un juego rudo, uno aprende a controlarse. Sacás los impulsos, te controlás y haces amistades. Son situaciones que no hemos vivido, porque siempre convivimos con mucha violencia. En la cárcel adquirís un orgullo muy fuerte para sobrevivir, y eso es muy difícil sacarlo", señaló.

En la actualidad, Sergio se encuentra en libertad y por primera vez tiene un trabajo estable, algo que lo hace sentir "una persona importante" dentro de su familia.

"Nunca tuve la oportunidad de un trabajo y siempre se me hizo difícil cuando salí de la cárcel. Tener un trabajo me ayudó como persona a fortalecer mis vínculos, porque lo que te lleva a reincidir es no tener las herramientas para sobrevivir y salir adelante", describió.

"Yo me levanto todos los días a las seis de la mañana contento para trabajar, y cuando vuelvo en colectivo a casa siempre pienso en mi mujer, que me espera con los mates listos. Esto es vida", definió.

Uno de los entrenadores de Sergio es Joaquín Risso, que dirige a una división y es preparador físico en La Tablada. Según él, cuando comenzó a involucrarse en Ruaj "tenía mucha incertidumbre".

"Pero luego de algunos entrenamientos empecé a tener ganas y me motivaba mucho recibir el afecto que me daban los chicos", dijo.

"Cuando vos llevás amor a la cárcel, realmente la devolución es impresionante", coincidió Marcelo, quien agregó: "Nosotros le damos la caña, pero los que tienen que salir a pescar son ellos".

"El mensaje mío es que esto es un paso muy grande y un granito más para ayudar a la sociedad con el problema de la violencia. Este proyecto está basado en los valores y el trabajo. Es muy importante que no seamos estigmatizados", completó Sergio.

Entrevista de Una mañana para todos