Pirata: el perro que pasó de un refugio en el norte cordobés a playas españolas

La historia de Pirata, un perro rescatado en Deán Funes, Córdoba, se convirtió en una de esas postales emotivas que suelen aparecer en las fiestas de fin de año. El animal, que fue salvado del refugio Huellas de Amor y logró sobreponerse a un duro pasado —le falta un ojo y había llegado en malas condiciones de salud—, hoy disfruta de una nueva vida en España, más precisamente en las Islas Canarias.

El caso fue contado al aire por Rully Juárez, de Estación Radio Mágica, emisora adherida a Cadena 3 en Deán Funes, quien siguió de cerca el recorrido del perro que ya había sido protagonista de una historia la semana anterior. Pirata fue adoptado y llevado como regalo de Navidad: el 24 por la noche emprendió un largo viaje que incluyó un vuelo directo desde Argentina a Madrid y luego a las Canarias.

Valentina, su adoptante, relató cómo fue el traslado y la llegada a destino. “Llegó súper bien, a pesar de ser un viaje bastante largo, de aproximadamente 14 horas, sin contar la espera en el aeropuerto. Se portó como un campeón, colaboró en todo momento”, contó. Al arribar, Pirata tuvo su primer encuentro con Luna, la otra perra de la familia, con quien —según relató— se adaptó rápidamente y hoy convive sin problemas.

Ya instalado, Pirata muestra señales claras de bienestar. “Cuando lo sacamos a pasear se pone chocho, va de un lado para el otro, olfateando todo, investigando. Está súper tranquilo, cómodo, como si hubiese vivido toda la vida acá”, describió Valentina, sorprendida por la rápida adaptación del animal a su nuevo entorno.

La historia de Pirata se destacó en un contexto donde, durante las fiestas, suelen multiplicarse los relatos de mascotas afectadas por la pirotecnia y el estrés. En contrapartida, este caso puso el foco en la adopción y la tenencia responsable, y en cómo una segunda oportunidad puede cambiar por completo la vida de un animal.

De un refugio en el norte cordobés a las playas españolas, Pirata pasó de una situación de vulnerabilidad a una vida llena de cuidados, paseos y compañía. Una historia simple, pero potente, que volvió a recordar el valor de la adopción y el compromiso con las mascotas.