"Los chicos prefieren un padre molesto a uno indiferente", dijo.

Enrique Orschansky

"La adicción a las pantallas es como la de cualquier droga"

11/01/2020 | 10:47 | El médico pediatra dialogó con Cadena 3 y se refirió al manejo del tiempo libre en los más chicos. "Ante la abstinencia, sienten palpitaciones, enojos y furia", agregó.

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"Los chicos prefieren un padre molesto a uno indiferente", dijo.

Con el comienzo de las vacaciones, muchos padres se preguntan qué hacer con los niños en su tiempo libre. En muchas situaciones, los más chicos terminan pasando más tiempo frente a una pantalla que al aire libre.

En este contexto Cadena 3 dialogó con Enrique Orschansky, médico pediatra (M.P. 13.688), quien hizo un llamado de atención a la influencia que la exposición de las pantallas tienen en la conducta de padres e hijos.

"La abstinencia a las pantallas se llama nomofobia que es el temor o angustia a estar desconectado. Esto pasa cuando se corta la conexión a Internet, la luz o cuando los padres ponen límites. Esta adicción es como la de cualquier otra droga", dijo el médico pediatra.

 Los chicos sufren palpitaciones, enojos y furia. Llegan a esa situación por un uso abusivo. Si un chico de entre 2 y 5 años está menos de dos horas frente a la pantalla, probablemente no tenga estos síntomas. Pero si pasa más de tres horas, el enojo seguro será descomunal. Lo mismo pasa con los adultos

Al ser consultado sobre qué se puede hacer con los niños en las vacaciones, Orschansky hizo hincapié en la necesidad de "llenar el vacío" con alternativas a las pantallas.

"La palabra vacaciones viene de ''vacum'' que significa vacío. Este período es anhelado por todos porque significa corte y calma. Sin embargo, cuando llega, viene la pregunta de qué hacer con tanto vacío", explicó.

Los chicos son definidos como escolares y están ordenados por la escuela. Pero, cuando no lo son, cuando están vacíos de ese orden, aparecen las preguntas

Y agregó: "Los padres deberían ser los que llenen esos vacíos pero también quieren descansar. Entonces, apelan a lo rápido y fácil que es el uso de las pantallas. Deberían tener alternativas: caminatas, vueltas a la manzana, ir a la plaza, etc. El problema es que los padres ya son una generación digital que aprendieron a entretenerse con las pantallas".

Para Orschansky, lo fundamental es "poner límites" al uso de los celulares y no prohibirlos.

Hay que aceptar la realidad y no ser fundamentalistas. Las pantallas forman parte de la vida de todos y los chicos las quieren. Hay que saber cuáles son los límites y las recomendaciones. Antes de los dos años, los niños nunca deben exponerse solos a estos dispositivos

Según estudios que se vienen realizando al respecto, los niños que tienen un uso precoz de las pantallas pierden parte de su vocabulario, no hablan, se expresan con gestos y no logran desarrollar correctamente su comunicación.

"Las consecuencias son series y los padres deben saber que las pantallas no son inocuas. Hay que negociar con los chicos y eso dependerá del diálogo que cada padre tiene con su hijo en diferentes temas. Los chicos se van a sentir bien si les decimos que pueden usarlas pero limitamos el tiempo. 

Hay límites que los padres tienen que instalar. Los chicos siempre prefieren un padre molesto a uno indiferente

Finalmente, aclaró que los niños "no nacen digitales" y que lo "aprenden a partir del ejemplo".

"Nadie nace sabiendo manejar una pantalla. La adicción es de los adultos y los chicos aprenden eso. Los que están conectados permanentemente e irrumpen el diálogo para usar el celular están mostrando que eso es posible".

Entrevista en Una mañana para todos.