Vendía sándwiches en el subte para estudiar y se recibió

El que abandona no tiene premio

Vendía sándwiches en el subte para estudiar y se recibió

06/09/2018 | 21:27 |

Fabián Cesani apostó a la iniciativa para solventar sus estudios de Enfermería. "Dormía tres horas por día", contó a Cadena 3. Esquivó obstáculos en los andenes y culminó la carrera. Conocelo

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Fabián Cesani tenía el sueño de ser enfermero. Oriundo del pueblo correntino Curuzú Cuatiá, había llegado a Buenos Aires con la ilusión a flor de piel. La realidad, empero, no suele ser tan perfecta, y la falta de dinero comenzó a significarle un peso. Sin embargo, había aprendido que el que abandona no tiene premio. Con la idea fija, emprendió un proyecto gracias al cual, sorteando obstáculos y en base a esfuerzo y sacrificio, logró llegar a la meta.

"Me compré una conservadora de telgopor, de medio metro de alto y un metro de largo. Hablé con el fiambrero del barrio y le pedí 30 fetas de jamón y 30 de queso. Al otro día salí a vender; no importaba que fuera poca la ganancia, la cosa era juntar un mango para pagarme los estudios", relató el joven, de 22 años, a Cadena 3.

Fabián explicó que no está permitido vender comida en el subte, por lo que muchas veces lo sacaron. "No había forma de negociarlo. Salía a las 22, llegaba a mi casa a las 00.30, me acostaba a las 2 de la mañana y a las 5 estaba arriba de nuevo. Había días que dormía tres horas y otros, nada", indicó.

El muchacho sabía de dificultades: llegar a la gran ciudad, viajar cuatro horas por día para terminar el secundario y quedar dos veces sin trabajo. A pesar de todo, su sueño era más grande. Y el punto cúlmine le llegó con un sabor especial.

"El viernes pasado fue mi último día vendiendo sándwiches. Estaba terminando de vender, viene el tipo (de Metrovías) de la multitud, lo choco y me dice que me tenía que ir. Lo miré y le dije que me quedaban cuatro sándwiches. Me dijo que yo sabía cómo eran las cosas, que me vaya", recordó.

"Le dije que tenía una buena noticia para él. Saqué el celular de mi bolsillo, le mostré una foto y empezó a leer que completé todos los estudios de Enfermería. Vio que me acababa de recibir de enfermero, y le dije que era el último día que trabajaba vendiendo sándwiches en la estación. El tipo se quedó pálido. Fueron cinco segundos que quedó con la mirada perdida y los ojos llorosos. Después me extendió la mano y me felicitó", agregó, entre risas.

La historia, que fue compartida por él en Facebook, generó miles de reacciones y comentarios. Ahora, Fabián no vende sándwiches, pero no se quedó quieto: reemplazó la conservadora por currículums, a la espera del trabajo que tanto añoró.

Entrevista de Alejandro Bustos.