El médico que divide su vida entre urgencias y fierros

Ricardo Manzino es un médico de 51 años oriundo de Cruz del Eje, Córdoba, que divide su vida entre el servicio de ambulancias del Hospital de Urgencias y la presidencia del Motor Club de su ciudad.

Con 25 años de antigüedad en la profesión y una enfermedad que debió superar dos veces, Mancino confiesa que es su cable a tierra “servirle a la gente” y su pasión por los motores.

“Tengo un mecanismo de defensa dado que tuve dos enfermedades. Lo apliqué en la primera y en la segunda, que fueron dos cánceres de testículo. Trato de ocupar el mayor tiempo del día en trabajar y hacer otras cosas, así fue que soy corredor de auto”, explicó en diálogo con Cadena 3.

Contó que compite en el rally provincial y que también es presidente del Motor Club de Cruz del Eje, donde realizan carreras de auto, motos, karting, picadas, motocross, enduro y cuadriciclos.

“Encontré mi lugar en el mundo; es muy apasionante la medicina forense y soy feliz en lo que hago. Es lo que mi padre me dejó: la admiración al trabajo y ser honesto”, subrayó.

Dijo que es un “sueño y un desafío” cada guardia en el Hospital de Urgencias. “Cuando era estudiante veía a los médicos como seres especiales. Deseaba estar ahí algún día; para mí eran mis ídolos”, recordó.

Relató que comenzó trabajando los sábados 12 horas, pero se quedaba 24 horas porque le fascinaba. “La carta de presentación fue buscar a un joven en una ambulancia vieja, de color verde, porque se le había fracturado el hueso en un gravísimo accidente”, narró.

El médico también rememoró una anécdota graciosa con un paciente alcoholizado. “Buscamos a un hombre que había coalicionado en Circunvalación. Luego, mientras íbamos camino al centro de salud, yo le advertía al chofer ‘guarda Cacho, no vas a chocar’ y el accidentado repetía ‘Cacho no vas a chocar, no quiero hacerlo dos veces”, contó entre risas.

Luego, continuó: “Cuando llegamos, le dijo al chofer: ‘Cacho, con vos no vengo más en la ambulancia’”.

También relató cuando una mujer murió por un traumatismo de cráneo y el médico salió a buscar regalos para los hijos de la fallecida, ya que era el día del niño. Por último, contó que a pesar de atender a personas a partir de los 15 años, un día salvaron a un adolescente de 11 que sufrió un paro respiratorio.

“No pude presenciar el nacimiento de mi hijo del medio ya que estaba de guardia en el 107. Él sabe que su padre es un médico del Hospital de Urgencia y no podía dejar el servicio porque hay una población que te necesita”, cerró.

Entrevista de Jorge Mercado.