"La base es que me encanta lo que hago", dijo Fernández

"El Lobito", íntimo

Gustavo Fernández: "Sólo soy alguien que luchó por su sueño"

06/08/2019 | 17:50 |

El número uno del tenis adaptado mundial habló con Cadena 3 de su vida y contó una anécdota con Novak Djokovic. "Estoy contento de haber logrado con sacrificio cosas que parecían muy difíciles", dijo.

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El riotercerense Gustavo "El Lobito" Fernández, número uno en el ranking mundial de tenis adaptado, expresó en diálogo con Cadena 3 que no es más que una persona que "luchó por sus sueños".

También contó cómo se prepara para los desafíos de la disciplina y recordó una curiosa anécdota con el tenista serbio Novak Djokovic.

Desde la sede central de Bancor en Córdoba, sponsor oficial del deportista, destacó que está contento de haber logrado cosas "que parecían muy difíciles" que se pudieron cumplir con mucho sacrificio.

"Da igual de donde uno provenga, va a parecer un cliché, pero si se trabaja realmente se puede lograr lo que uno sueña", valoró.

El tenista explicó que su entrenamiento es similar al de un deportista no adaptado. Detalló que le dedica unas dos o tres horas diarias al tenis en sí, pasa dos horas en el gimnasio, destina una hora y media a trabajos de kinesiología y que realiza trabajos mentales con su "preparador mental" otros 60 minutos.

"Es mucho el trabajo que hay y mucha gente atrás mío tratando de acompañarme y ayudarme para exprimirme al máximo", dijo.

Y describió su desempeño: "Desde siempre me sentí con cualidades para jugar al tenis, hacerlo bien y competir, que es algo que me apasiona. A partir de ahí empecé a trabajar cada vez más meticulosamente para ser mejor. Día a día, trabajando muy duro, se logró el objetivo de ir superándose, que sigue estando".

 

El joven de 25 años ganó los tres Grand Slam que se jugaron este año (Australian Open, Roland Garros y Wimbledon) y si se impone en el US Open rompería un récord. Al respecto, consideró que la motivación interna "siempre se va renovando", pero que la base es que le "encanta" lo que hace, más allá de los torneos.

En ese sentido, amplió: "Por más que ganés todos los torneos, si te gusta lo que hacés y querés mejorar, el hambre siempre está. El día que me deje de pasar, me retiraré y estaré tranquilo conmigo mismo. Diré 'hice todo lo que tenía que hacer, yo no soy más que una persona que luchó por sus sueños'".

En su autobiografía, "Hambre de lobo" -escrita con Sebastián Torok y con prólogo de Rafael Nadal- relata una divertida anécdota con el serbio Novak Djokovic, que refrescó: "Estábamos entrenado al lado, se frenó en el entrenamiento y se puso a verme. Me dijo que estaba impresionado y que le encantaba cómo jugaba".

Entrevista de Rony Vargas, Jorge Parodi y Gustavo Corradini.