Lucha sin tregua
16/02/2019 | 14:23 |
La tenista riocuartense estuvo tres meses sin caminar tras un choque del micro en que se trasladaba en 2012. En los últimos días, participó en la Fed Cup. "Fue algo único", dijo a Cadena 3.
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Carla Lucero es una tenista riocuartense a quien la vida le puso enfrente una dura prueba: el 9 de febrero de 2012, sufrió un terrible accidente de tránsito que la dejó tres meses sin caminar. Tras un difícil camino, se recuperó y en los últimos días representó a Argentina en la Fed Cup.
La joven, en ese entonces tenía 21 años -hoy 28- cuando se trasladaba en un micro que iba desde Villa del Dique hasta Alcira Gigena, que fue impactado por un camión que se cruzó de carril. El accidente dejó dos muertos y ocho heridos, entre los que estaba Carla.
En diálogo con Cadena 3, Lucero relató que no recuerda mucho del choque y que muchas cosas se las contaron. Apuntó que tuvo traumatismos en las piernas, una luxación de cadera, fractura de fémur y de dos costillas, entre otras dolencias.
"Las piernas me complicaron a lo largo de los años, porque al hacer un deporte de alto rendimiento la exigencia es muy alta, entonces me lesiono mucho más que antes. Tengo trabajos preventivos para intentar evitarlo, pero las lesiones me quitan varios meses del año", relató.
Sin embargo, la cordobesa nunca abandonó su sueño. La evolución fue lenta y compleja pero eventualmente pudo amigarse con las canchas.
Sobre los momentos más duros, expresó: "Cuando los diagnósticos de las lesiones no son positivos, que llevan a cirugías, infiltraciones o rehabilitaciones, es muy difícil. Son momentos de bajón muy grandes, te pasa todo por la cabeza. Por suerte tengo un gran equipo y mi familia que siempre me ayuda a salir adelante. Busco ser positiva, pensar que todo va a salir bien".
A siete años del accidente, Carla fue convocada para vestir los colores de Argentina en la Fed Cup. Junto al equipo de "La Albiceleste", lograron mantener la categoría en la Zona Americana. Carla contó que está agradecida de haber formado parte y de disfrutar de una de las competencias "más lindas" y defender los colores de su país. Agregó que fue algo "único" y una de las mejores experiencias en su carrera profesional.
"Valoro mucho más las cosas cotidianas que tuve que aprender de nuevo, desde levantarme de una silla hasta aprender a caminar. Fue muy duro, uno en lo cotidiano no está acostumbrado a pensar esas cosas porque te salen natural. La silla de ruedas fue una etapa difícil, dependía de que alguien me ayudara. Admiro a la gente que enfrenta eso diariamente", subrayó.
La vida la puso cara a cara con una prueba impensada. Hoy, Carla Lucero sigue demostrando que no hay metas imposibles cuando la cabeza y el corazón trabajan en la misma dirección.
Informe de Ivanna Torres Riesco.