Talleres, una piedra en el zapato para el poderoso San Pablo

Copa Libertadores

Talleres, una piedra en el zapato para el poderoso San Pablo

14/02/2019 | 09:23 |

De cuatro partidos que disputaron en el historial, el equipo brasileño que más copas internacionales levantó nunca pudo ganarle ni hacerle goles a la “T”, que se dio el

gusto de eliminarlo en su casa.

Por Juan Schulthess

Tres veces campeón del mundo y otras tres de la Copa Libertadores (de la cual fue seis veces finalista) constituyen los logros más importantes de San Pablo, que posee una envidiable vitrina que presume 12 títulos internacionales.

En 1992, tocó el cielo de América al vencer a Newell’s en la final y después ganó la Intercontinental doblegando nada menos que al poderoso Barcelona español. Un año después repitió ambas conquistas, superando a Universidad Católica de Chile y a Milan de Italia. Y en 2005 alcanzó el triplete: Atlético Paranaense, en el mayor torneo continental, y el Liverpool inglés en el Mundial de Clubes no pudieron con “El Tricolor”.

A esas conquistas se les suma una Copa Sudamericana (2012), una Conmebol (1994), dos Recopas Sudamericanas (1993 y 1994), una Supercopa Sudamericana (1993) y una Copa Máster (1996). Es el club brasileño con más copas internacionales oficiales, y el séptimo más ganador del planeta en este rubro.

Los números y la historia de un Goliat del fútbol sirven para contextualizar la trascendencia de lo logrado por Talleres, que se vistió de David y lo dejó en el camino de la Libertadores prematuramente. El azul y blanco volvió a ser un enigma indescifrable para el conjunto paulista, que en cuatro partidos nunca pudo hacerle goles (y por ende ganarle) al combinado de barrio Jardín.

Ambos integraron el Grupo D de la Copa Mercosur 2001. La primera vez que se vieron las caras fue el sábado 28 de julio de ese año, y terminó 0-0. La vuelta, disputada el miércoles 26 de septiembre en Brasil, también finalizó igualada sin tantos.

La “T” formó en el primer partido en el viejo Chateau Carreras con Mario Cuenca; Christian Manfredi, Julián Maidana, Víctor Sotomayor y Horacio Humoller; Daniel “Chanchita” Albornós, Sebastián Carrizo y David Vega; Diego Garay; Claudio Pronetto y Pablo Cuba.

El once inicial de San Pablo en Córdoba incluyó varias estrellas, y estuvo integrado por Rogério Ceni; Belleti, Emerson, Pinheiro y Gustavo Nery; Alexandre, Fábio Simplicio, Leonardo y Miguel; Luis Fabiano y Franza.

En la revancha, Ricardo Gareca puso a Ramón Galarza por Maidana y cambió todo el mediocampo (Gabriel Roth, Adrián Ávalos, Maximiliano Salas y Gustavo Lillo por Albornós, Carrizo, Vega y Garay, que sí jugó, pero más adelantado). En “El Tricolor”, el entrenador Nelsinho Baptista ubicó a Wilson por Pinheiro en la zaga y a un tal Kaká, que seis años después sería elegido el mejor jugador del mundo, por Miguel.

En ese torneo, “El Matador” terminó ganando su zona, que compartía también con Peñarol de Uruguay y Vélez. Luego, quedó eliminado ante Gremio en cuartos de final.

San Pablo no pudo con “El Albiazul” en 2001, ni tampoco en 2019. Pese a que hoy no atraviesa su mejor momento, cuenta con jugadores de jerarquía y roce global, como Hernanes (con pasado en Lazio, Inter y Juventus), Nené (ex PSG) o Bruno Peres (Roma), por citar algunos.

Sin embargo, ni en aquel entonces ni ahora logró inflar la red del arco defendido por Cuenca y Guido Herrera. Para el gigante brasileño, Talleres sigue siendo una piedra en el zapato.