Talleres contra Independiente, un historial con cruces históricos (Foto de archivo)

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Talleres-Independiente: una historia, mil historias

29/09/2019 | 14:28 | Un recorrido por los enfrentamientos entre "El Matador" y "El Rojo" de Avellaneda. Las finales del Nacional de 1977 quedaron en la memoria de los hinchas.

Mauricio Coccolo

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Talleres contra Independiente, un historial con cruces históricos (Foto de archivo)

Ningún repaso histórico de partidos entre Independiente y Talleres puede empezar de otra forma que no sea recordando las finales del Nacional de 1977. Típico del fútbol argentino, la desorganización de las fechas provocó que aquel campeonato terminara recién en enero del 78, llegando a jugar incluso entre medio de las fiestas de fin de año.

Talleres e Independiente habían ganado sus respectivas zonas clasificatorias y venían de dejar en el camino en semifinales a Newell’s y Estudiantes de La Plata. El Rojo imponiéndose con holgura por 3 a 1 en la revancha sobre el Pincha y La T consiguiendo una épica victoria en el Parque Independencia con un recordado gol del Tigre Bravo.

Por cuestiones obvias, el foco siempre se pone en la segunda final del Nacional 77, pero la ida también tuvo lo suyo. Según las crónicas de la época, unos 15 mil hinchas de Talleres viajaron en interminables caravanas hacia Avellaneda. La noche del sábado 21 de enero fue la noche de los penales. Todavía se discute el que Coerezza cobró para Independiente y que Trossero convirtió a los 15 del segundo tiempo. Cinco minutos más tarde, Cherini empataría el partido, también de penal.

El 1 a 1 de la ida dejaba mejor parado al conjunto cordobés para la revancha que se jugaría cuatro días después en La Boutique de Barrio Jardín. El partido empezó a vivirse desde el regreso del plantel de Talleres a Córdoba: una multitud fue a recibirlos al aeropuerto y los acompañó en un lento recorrido desde el camino a Pajas Blancas hasta el centro de la ciudad.

Las entradas para el 25 de enero de 1978 volaron en menos de dos horas. La capacidad de La Boutique se vio desbordada, incluso con tribunas tubulares.No cabía un alfiler. Medios de prensa de todo el país se acreditaron para cubrir lo que se vivía como una gesta del fútbol del interior. Los diarios ya tenían preparadas sus ediciones para el día después.

Adentro y afuera, la fiesta era completa porque Talleres había dado vuelta el partido a falta de 15 minutos para el final, mientras Independiente se quedaba con 8 jugadores por las expulsiones que derivaron de las protestas pidiendo mano en el segundo gol del local.

Enojados con el árbitro, los jugadores del Rojo estuvieron a punto de abandonar el campo de juego. Son épicas las imágenes que surgen como fogonazos en medio de la noche y dejan ver al Pato Pastoriza empujando a sus futbolistas para que se quedaran en la cancha. Lo que vendría después sería una de las gestas más impensadas de la historia del fútbol argentino. La pared que construyeron Bertoni y Bochini para meter el gol del empate que les daría el campeonato será recordada por propios y extraños hasta la eternidad.

Como si fuera un karma, Talleres no podía contra Independiente y tuvo que esperar hasta 1980 para ganarle por primera vez en la historia. Y de qué forma. Fue 5 a 0 en el Chateau con goles de Bocanelli, Alderete, Oviedo y dos de Bravo.

Lo curioso fue que al siguiente partido Independiente devolvió la gentileza ganando por 5 a 0 en el viejo Estadio Córdoba. El 28 de marzo del 81 se robaron todos los flashes Alzamendi y Brailoski convirtiendo de forma alternada tres y dos goles respectivamente.

El domingo 18 de diciembre de 1983, Talleres e Independiente empataron 1 a 1 en Córdoba, para los tallarines el punto no significaba demasiado en un torneo que los tuvo lejos de la pelea, pero para los de Avellaneda fue el paso previo a una de las jornadas más felices de su historia: el jueves 22 de diciembre le ganarían 2 a 0 a Racing para asegurarse la vuelta olímpica y disfrutar con la yapa del descenso del eterno rival que se había producido cuatro días antes.

Del Metropolitano de 1984 se recuerda un vibrante partido que Independiente y Talleres empataron 3 a 3 en la Doble Visera. El Rojo ganaba por 2 a 0, pero la T lo empató a través de Hoyos y Valencia. Ya en el segundo tiempo, Carrera volvería a adelantar a los locales y a falta de 15 minutos para el final Tedini estamparía la igualdad definitiva.

El 17 de marzo de 1985, por el Nacional, Talleres le ganó a Independiente por primera vez en toda la historia jugando de visitante. Fue 1 a 0 con un solitario grito de -cuándo no- Mario Eduardo Bevilaqua. A partir de ese encuentro comenzaría la mejor racha de los albiazules sin perder contra el Rojo: 7 partidos.

En ese período de más de tres años en los cuales Independiente no le pudo ganar a Talleres, entre el 85 y el 88, hay un recordado 3 a 2 en diciembre del 86. La T ganaba 3 a 0 al comenzar el segundo tiempo por un gol de Fiori y luego terminarían descontando Bochini y Clausen para decorar el resultado.

Durante toda la década del 90, Talleres e Independiente se enfrentaron en 12 partidos, con 7 triunfos para los de Avellaneda, 4 empates y solo 1 victoria de los cordobeses, que se produjo el 10 de octubre de 1998 por 1 a 0 con un muy lindo gol de Diego Garary, que definió a la carrera ante el achique de Mondragón.

En abril del 2000, Independiente le propinó a Talleres una de las peores goleadas de su historia jugando de local en Primera División: fue 4 a 0 con un doblete de Bruno Marioni, uno de Cambiasso y el último de Forlán.

La T se tomaría revancha del Diablo cuatro meses más tarde ganando en Avellaneda por 2 a 1 con un agónico tanto de Mariano Monroig, en el minuto 45 del segundo tiempo. Y para completar el combo, en abril del 2001 Talleres volvería ganarle a Independiente, esta vez por 1 a 0 con un gol del Cachi Zelaya.

El 12 de octubre del 2002 el Independiente del Tolo Gallego paseó su fútbol por Córdoba y confirmó que estaba para grandes cosas goleando al Matador por 4 a 1 con un par de goles de Silvera, uno del Rolfi Montenegro y el restante de Cristian Gómez.

Curiosamente, en la temporada 2003/04, cuando terminó yéndose al descenso, Talleres le ganó a Independiente los dos partidos. Son aquellas las últimas victorias que registra en el historial. Por el Apertura se impuso 2 a 0 en Córdoba con goles de Píriz Alves y De Bruno, y por el Clausura también ganó 2 a 0, con tantos de Osorio y Donnet.

En el 2013 diablos y matadores volvieron a cruzarse después de nueve años y lo hicieron en una categoría en la que nunca lo hubieran imaginado: la B Nacional. Talleres había logrado ascender después de sufrir cuatro años en el Argentino A e Independiente venía de bajar luego de estar toda una vida en Primera.

El primer cruce en la segunda división terminaría igualado 2 a 2: Fredrich, de tiro libre, y Sánchez Sotelo marcaron para el albiazul, mientras que Montenegro firmó los dos tantos del Rojo. En la revancha, un Independiente que marchaba hacia el retorno sepultaría a un Talleres que otra vez caería al Argentino A, ganándole por 3 a 0 con tres goles de Facundo Parra.

Desde el retorno de Talleres a Primera División, albiazules y rojos se enfrentaron en tres ocasiones, las dos primeras terminaron con triunfos que viajaron hacia Avellaneda, ambos por 2 a 0, pero la última vez que se midieron la cosa terminó 1 a 1.

El presente los encuentra con expectativas similares, pero perspectivas distintas. Los dos quieren pelear el campeonato, pero solo Talleres pareceestar más cerca de hacerlo. Mientras el equipo del Cacique Medina tiene una idea de juego definida, el de Becaccece todavía está tratando de garabatearla.

Más allá de que en el balance global de la historia Independiente tenga un claro predominio con 25 triunfos sobre 12, y lleve 15 años sin perder contra la T, cualquier cosa puede pasar. Especialmente con este Talleres que ya fue capaz de ganar en la Bombonera después de 31 años, que lo hizo luego de 29 en el Monumental y que ganó por primera vez en el Gasómetro. Ojo con el Matador porque anda de racha y cortando rachas.